El jueves último la presidente comunal de San Antonio de Arredondo recibió del responsable del Instituto Provincial de Capacitación Municipal (INCAM), Emilio Graglia, un reconocimiento especial por la labor en políticas de salud pública.
Fue en el marco del Primer Congreso de INCAM, desarrollado en las instalaciones del Hotel César Carman del Automóvil Club Argentino (ACA) en la capital provincial, oportunidad en que Cicerone expuso su programa “Médicos comunitarios”.
Si bien la iniciativa corresponde al gobierno nacional, San Antonio, adaptó este plan federal a las necesidades de la localidad del extremo sur del Valle de Punilla.
“En la comuna se gestionó y se implementó como una política pública del Estado local”, resaltó la autoridad comunal y agregó: “Nos preocupaba que en localidades pequeñas como las nuestras no se abordaba tanto la cuestión social de la salud, por los costos, hicimos un estudio socio-ambiental, yendo casa por casa, advirtiendo que una parte importante de nuestra comunidad estaba con problemas de vulnerabilidad y en situación de riesgo”.
Como el programa de la Nación cubría los costos de la atención de sólo dos médicos, “debido al panorama que habíamos encontrado, necesitábamos también un psicólogo y un psiquiatra, gestionamos y logramos el apoyo para dos más, por lo tanto ya teníamos cuatro profesionales en total”, informó Cicerone.
Este servicio se sumó al plantel sanitario existente en los dos dispensarios con que cuenta esta comuna, según confirmó.
En estos centros asistenciales se atienden todas las especialidades, e incluso se realizan ecografías, afrontando la comuna el 50% del costo de estas últimas.
“Hacemos esto porque lo que más nos interesa es tener sana a nuestra población”, expresó.
San Antonio de Arredondo cuenta con una Mesa Intersectorial, integrada por el dispensario, el programa “Médicos comunitarios”, los bomberos, Defensa Civil y la policía local, todos los cuales se encuentran abocados a la realización del análisis FODA (Fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas).
Para atender estos sectores vulnerables, se efectuó una primera experiencia en el barrio Solares, ya que allí fue donde se detectaron la mayor cantidad de casos (además de ser el de mayor población).
Allí se encontraron: Alto índice de maternidad adolescente, violencia familiar, hacinamiento, promiscuidad, desnutrición, deserción escolar y familias numerosas (dirigidas en muchas ocasiones por mujeres).
Los casos en este barrio fueron atendidos por los asistentes sociales y los médicos comunitarios, a través de la atención domiciliaria, se efectuaron talleres, control de natalidad y relevamiento de las viviendas.
La comunal local hizo hincapié en la violencia familiar, flagelo que comenzó a abordar mediante charlas, insistiendo que las agresiones no sólo se producen a través del maltrato físico, sino también psicológico: “Es preocupante la cantidad de casos”, enfatizó la Cicerone, quien recordó que en los últimos tiempos hubo tres casos fatales, en las mujeres fueron “quemadas” por sus cónyuges.
Cicerone destacó la “eficacia y eficiencia” alcanzada con programas de atención primaria de salud como: Rubiola, antigripal (para adultos mayores), jefas de familia, lactancia materna, salud mental, Plan Nacer, educación sexual y reproductiva, programa “Alimentación saludable”, talleres de reanimación y primeros auxilios, salud integral de la mujer, campaña de prevención de cáncer de cuello de útero, de mamas (con la instalación de un mamógrafo móvil) y en varones el de cáncer de próstata. Sorprendió en este último aspecto, la gran cantidad de casos detectados, todos los cuales comenzaron con los tratamientos respectivos.
Finalmente y como ejemplo, se mencionó que dos enfermeras, en veinte días (durante el 2010), se vacunaron contra la gripe a 2.000 habitantes.
La comuna se encuentra ahora aplicando los programas implementados en Solares, al resto de la localidad.
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