Miguel Romero Garayzábal, es un carlospacense que trabaja en el IESS y que silenciosamente
viene cosechando muchos éxitos en deportes extremos.
Junto con su hermano Martín, han participado en todo tipo de competencias,
llegando a ganar la de Chapelco tiempo atrás.
Mientras Martín, su hermano, saborea la experiencia de haber participado el
mes pasado el Redbull Alps 2011, Miguel acaba de finalizar su labor en Ironman
2011 disputado en Saint George, Utah, Estados Unidos.
La prueba, una de las más duras del mundo, con más de 2.000 participantes se
desarrolló el 7 de mayo último y los mejores ya tienen el pasaporte para el
Ironman de Hawai.
Aún en el país del norte y a través de las nuevas tecnologías de
comunicación, Miguel fue entrevistado por el Semanario La Jornada y se mostró
satisfecho por su desempeño.
Se
mostró agradecido: “En primer lugar a Ivana, mi compañera, esposa y madre de
mis hijos, a ellos a cami y kanku, mis dos amores. También a mi familia: Carola,
mi vieja, mis hermanos, en especial a Martín, que es mi compañero, mi amigo del
alma. Al IESS, por su aguante, porque me banca y está formado por gente maravillosa.
A mis amigos, en especial a Nicolás, por su apoyo acá en Estados Unidos”.
En
tal sentido dijo, “a todos ellos el agradecimiento es de por vida”.
¿Cómo surgió tu interés en participar
del Iron Man?
Siempre
he querido tener la posibilidad de convertirme en un Ironman, sólo que la
posibilidad de hacerlo estuvo muy lejana durante mucho tiempo, muchas cosas
hacen que esto pase, la principal es que no hay en Argentina fechas Ironman, lo
que hace que se haga muy difícil por los costos.
¿Cómo fueron los preparativos para el
viaje? Te ayudaron empresas/esponsors/Estado o lo hiciste "a pulmón"?
El
viaje recién lo confirmé una vez que estaba inscripto en la carrera. Hay que
desembolsar 600 dólares, los cuales ya venía ahorrando con anticipación. Eso
fue en junio del año pasado y una vez que esto estaba listo realicé todos los
trámites de visas en la Embajada de los Estados Unidos y una vez que se activó
todo empecé con la preparación específica para la competencia. En lo
relacionado al apoyo, uno que hace mucho tiempo se dedica al deporte ya no
pierde el tiempo en golpear puertas porque sabe los resultados: Por más que el “no”
ya este, uno pierde horas de su tiempo en reuniones que no terminan en nada.
Más allá de eso esta vez sí hubo gente que se acerco a mí y realmente me
gustaría nombrarla, porque su apoyo fue totalmente desinteresado: Francisco
Canas de Diuff Calzados, familia Rodríguez de Dormiking, Martín Romero
Garayzábal de MRG Negocios (mi hermano) y la Municipalidad de Villa Carlos Paz.
Por
último, aunque a la distancia, el principal sponsor y apoyo que recibí fue de Nicolás
Grasso y su familia, que tienen la empresa SignGraphix-Inc, de Estados Unidos.
Más
allá de todo esto, la mayor parte del porcentaje es propio, de ahorros, de
esfuerzos y de saber que si no lo hago sería imposible competir viajar y lograr
esto.
¿Cómo te fue en la competencia?
La
competencia fue durísima, en mi vida había hecho tantas subidas en bicicleta y
subidas muy grandes y empinadas.
La
carrera empezó con los 3.8 km de natación, en el Lago Sand Hollow, que está a
20 km de St. George y que lo realicé en un tiempo de 1 hora 10 minutos. Salí
bien del agua, entre los 400 de la general, de un total de 2.000. Ahí empecé la
etapa de ciclismo, de 180 km, la más dura, la que me “mató” físicamente. Esto
hizo que bajara los tiempos pensados, que eran de 5:15/5:30 a más de seis horas
y de ahí a correr los 42 km. En esta etapa ya mi cuerpo me pedía por favor
parar, cosa que ni “muerto” iba a hacer y corrí una maratón que tenía
planificada hacer en 3:30 y que al final concreté en más de cinco horas.
¿Cuáles fueron los principales problemas
que tuviste?
Como
dije antes, los problemas surgieron en la etapa de bici, me “quemó” físicamente
y fulminó mi objetivo (clasificar al mundial de Hawaii), pero esto no me hizo
bajar los brazos y con terribles ampollas en los pies termine en 12:42 y me
convertí en Ironman, cosa que es mucho y se lleva en el corazón y la piel para
el resto de la vida.
¿Cómo viste el nivel de los competidores
locales, los norteamericanos?
Los
norteamericanos y todos los competidores del resto del mundo están muchos
escalones por encima del nuestro, tienen apoyo, equipamiento y estas dos cosas juntas
hacen que sean mejores. Nosotros los argentinos tenemos garra, mucha garra,
pero no es suficiente y duele mucho ver la cantidad de futuros atletas que este
país desperdicia porque el deporte está pensado como Hobby y no como lo que es,
deporte, parte de la cadena principal de la vida, y para muchos un trabajo y
sobre todo algo sano.
Todo
esto lo digo porque es lo que toda la vida pensé y acá en Estados Unidos es lo
que vi: El deporte es parte de su vida y se invierte y mucho en ello.
¿Cuál es el balance general que hacés de
tu participación en esta prueba?
Muy
pero muy bueno. No llega a excelente porque no tuve el resultado que esperaba,
pero eso es una circunstancia, otro año será y así lo creo.
¿Teniendo en cuenta que es la primera
vez, pensás repetir la experiencia?
Si,
sólo que sería bueno tener el apoyo necesario, así entonces uno la cabeza la
dedica exclusivamente a la preparación y a la carrera. Sé que lo voy a hacer y
voy a correr en Hawaii: Así soy yo, lo que me propongo lo hago, nunca me rindo.
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