domingo, 18 de abril de 2010

75 AÑOS DE VIDA, QUE SON MÁS QUE UN SIGLO




Parece un juego de palabras, pero es muy real que la educación en San Antonio de Arredondo, formalmente está cumpliendo 75 años, aunque las primeras clases se dictaron ya en 1902.
A comienzos del siglo pasado, algunos inquietos padres, pioneros en poblar esta promisoria zona y preocupados por la educación de sus hijos comenzaron a poner manos a la obra y lograron hacer realidad el sueño y comenzara el dictado de clases.
No había lugar fijo, se usaban las precarias viviendas de aquella época y hasta los franciscanos colaboraron prestando el espacio necesario para forjar la educación en este punto geográfico de la Provincia que aún ni se llamaba Punilla.
Hoy es una institución escolar de Primera Categoría, transformado en verdadero centro cultural de todas las Comunas del Sur y en su edificio ubicado sobre la ruta Provincial 14 funciona en nivel primario como Escuela Juan José Paso, el Jardín de Infantes Juan José Paso y un primario para adultos CENPA.
Cristina Vives es la actual directora, pero antes pasaron Elsa Valdivia, Liliana Síntora y muchas docentes más que hicieron posible lo que es hoy esta gran institución educativa.
Se conmemora en este 2010 el 75º aniversario del actual edificio, por entonces bajo la denominación de “Escuelita de San Antonio” y algunas décadas después bajo el hombre de Juan José Paso.
Su directora, Cristina Vives, orgullosa, se constituye en la interlocutora ideal para resumir lo que este colegio significa para esta comunidad, su gravitación y las actividades que se están desplegando este año por tan especial aniversario.
“En el 2005 fui designada directora. Fui maestra de grado durante siete años y después concursé un cargo, me fui a trabajar a otra escuela (en Huerta Grande) y al pedir el traslado volví a mi querida escuela J.J. Paso ya como directora. Soy santafesina y hace casi 18 años que vivo en Sol y Río, de Villa Carlos Paz. Trabajé en escuelas de Carlos Paz y me titularizaron aquí y hoy me toca vivir este momento tan especial”, resume la “Seño” Cristina.

¿Qué se siente ser la directora de una escuela que está cumpliendo 75 años?
Me siento muy feliz. Para mi es muy importante. Yo soy originaria de un pueblo chico, donde este tipo de cosas se festejan permanentemente. A veces por las características de una localidad como San Antonio, tan extensa, hace que nos cueste juntarnos todos los años o más seguido; pero es fundamental que todos estemos tan movilizados para un acontecimiento tan especial. Siento mucho placer transcurrir como directora este año, el del 75º aniversario. Y por sobre todas las cosas, por eso la quiero muchísimo a esta escuela. Ya como maestra aprendí a quererla: Es una institución muy importante para toda la zona, muy importante para la comunidad y que tiene mucho más para proyectarse. Y la escuela está donde está, gracias a un gran esfuerzo de todos, fundamentalmente del equipo docente, de los auxiliares y de los padres.
¿Cuántos alumnos y docentes vienen a esta institución?
380 chicos, que vienen en dos turnos, con dos divisionales por cada grado. Tenemos 12 maestras de grado, dos maestras de educación especial y dos del equipo directivo.
¿El jardín de infantes funciona aquí?
Funciona al lado, en forma independiente y no esta vieja como la primaria, tiene algo más de 25 años de vida.

¿Qué se conoce de aquellos primeros años de la escuela?
Si bien se toma como inicio oficial hace 75 años, ya desde mucho antes venía trabajando. Esta escuela es la más antigua de toda la zona, incluido lo que hoy es Carlos Paz. Funcionaba en forma itinerante, es decir, sin lugar fijo. Por aquel entonces había una gran demanda de educación y ya en aquella época los padres fueron protagonistas, por una cuestión de movilidad social y de progreso. Es por eso que los papás, ya con muy buena visión, veían esa necesidad, que sus hijos se educaran. Y permanentemente solicitaban la creación de una escuela. Esto ocurría en 1902.
En aquella época se les daba partidas oficiales a los padres, que integraban comisiones escolares y así funcionó en forma nómade, hasta instalarse un buen tiempo en una casa, aledaña a la Residencia Franciscana. Allí estuvo casi por 25 años. También en una casa, “La taperita”, allí también estuvo bastante tiempo. En ese entonces aparece el maestro Nievas. Poco tiempo después Don Ramón Carranza dona el terreno y se empiezan a construir las primeras paredes del edificio actual.
Lo poco que sabemos es a través de la narración oral, porque no contamos casi con documentación.
¿Hay nombres de aquellos padres, pioneros de la educación aquí en la zona?
Aspitia, Carranza y hasta el propio Carlos Nicandro Paz, porque antes esto pertenecía a la Pedanía Santiago, que abarcaba hasta San Roque y hasta Copina fueron los primeros, los pioneros. Y se transformó en la primera escuela de toda la Pedanía.
Pero llegó a ser tan itinerante que a veces estaba en la actual zona de Carlos Paz o donde ahora está Tanti.
¿Cuáles fueron los primeros directores?
Allá por 1902, José Luis González. De acuerdo al Ministerio de Educación, en 1935 la primera fue Sara Brochero de González (ya en el actual edificio). En aquellos tiempos se la conocía como la “escuelita de San Antonio” y fue recién en 1960 que se le asigna el actual nombre, Juan José Paso.
En aquellos tiempos, subía y bajaba la matrícula. Eso hacía que subiera o bajara de categoría. Íbamos de ser de Tercera a de Segunda categoría, hasta que superamos los 200 alumnos cuando comenzó la explosión habitacional de la zona y desde allí pasamos a ser de Primera categoría hasta ahora.

¿Cuántas aulas tiene el actual edificio?
Ocho aulas y una más, chiquita. Seis funcionan con total normalidad y comodidad. Tenemos una de las aulas que refuncionalizamos y la transformamos en Sala de Computación. Después, la que llamamos “aula de chapa”, la usamos como espacio de música y biblioteca, algo así como un S.U.M. pequeño.

¿Cómo se formó la sala de computación?
Se formó con aulas donadas, de manos anónimas. En total son 11 máquinas y están desde el 2005, en que asumí como directora. En esto ayudó tanto la Coopi como la Cooperadora escolar, porque algunas eran viejitas y hubo que actualizarlas.
Aunque no son de última generación, a los fines pedagógicos logramos los objetivos.

¿Los chicos también se alimentan aquí a través del Paicor?
Sí, en lo que fue el primer espacio que tuvo la escuela, el sector más viejo, ahí funciona el comedor. Les damos desayuno, almuerzo y merienda y lo utilizan no todos, pero si una buena parte de los chicos. Forma parte del programa Paicor y es muy completo. Allí trabajan cinco personas y lo hacen denodadamente, porque cada vez hay más demanda para esto.

¿En lo personal siente que es un desafío ser la directora de la escuela que cumple 75 años?
Para mí es un gran placer porque me siento muy acompañada. Que tengan tan en cuenta a la escuela para tantas cosas, a mi me da mucha felicidad. Y aunque muchas otras cosas sean extracurriculares muchas de las cosas, talleres de artesanos, ONGs ambientalistas, etc. . Todo sirve y muchísimo para nosotros los docentes y para los chicos.
Es mucha responsabilidad, en la comunidad me conocen muy bien. Tratamos de organizar todo lo que hacemos con mucho esmero y que funcione todo lo mejor posible.

¿Cuáles son la problemáticas de los chicos que aquí vienen?
Bueno, el comedor en ese sentido ayuda y mucho, por eso la gran demanda. Muchos de los padres trabajan en temporada y cuando termina el verano, a veces, se sienten los problemas económicos. De todos modos, en líneas generales, no se notan tanto las problemáticas sociales. Evidentemente los chicos se sienten muy contenidos y los padres también. Esta es una escuela de puertas abiertas y donde se respeta la institución. Nadie invade nada, no hay piquetes y los planteos siempre se canalizan. Es más, a fin de cada año se hace una evaluación, desde que yo estoy, con los propios padres. Eso nos permite mejorar año a año y en parte es porque los padres participan cada vez más; seguramente porque se sienten escuchados.
Como yo venía desde hace varios años en el colegio, empecé advertir esas necesidades y siento que las estamos cubriendo. En lo edilicio ahora se está trabajando en forma muy relajada, en conjunto, recuperamos patios, ambientación especial para el edificio, año tras año, mantenemos todo con pintura y eso se puede hacer porque siempre gestionamos y al ser un edificio chico se facilita la ayuda. Muchas cosas conseguimos donadas, la Comuna ayuda muchísimo, la Coopi también y gracias a la Provincia renovamos todo el mobiliario.

¿Cuáles son los próximos planes a nivel edilicio?
Está pedido y está en nuestros planes lograr nuestro propio S.U.M. (Salón de Usos Múltiples). Lo haríamos atrás, donde tenemos otro patio y habitualmente hacemos veladas artísticas al aire libre y tenemos como una especie de escenario natural. Lo primero que llegaríamos a tener es un escenario para montar allí.

¿Cuál es el cronograma de actividades por el aniversario?
Bueno, la fecha fue el 20 de marzo. Se hizo un acto especial y se colocó el pasacalle. Se hicieron dos ceremonias ese día, uno en cada turno. En la oportunidad vinieron ex alumnos a recordar aquellos tiempos de antes y presentamos también el blog del colegio (http://www.escjuanjosepaso.blogspot.com/ ). Tendremos un taller docente sobre el Bicentenario (entre el 19 y el 23 de este mes) y estará a cargo del profesor Regali (Director de Planeamiento del Ministerio de Educación) y a su vez integrante de la Comisión Provincial del Bicentenario. Para el resto del año realizaremos eventos culturales, artísticos y el acto formal en octubre, cuando la cartera educativa nos confirme la fecha. Finalmente a fin de año haremos una gran peña de “Los 75”. También habrá una muestra de fotos y este fin de semana una gran juntada de ex alumnos. La idea es dejar un documento escrito, a través de una revista o en el formato que se decida, incluido un DVD, por esto de la tradición oral, casi, casi, lo único que tenemos para recordar aquellos tiempos.

JORGE VALDIVIA, DE ALUMNO A PORTERO
Profesor de danzas folklóricas y organizador de los tradicionales Encuentros Nacionales Culturales de la localidad, Jorge Valdivia pasó por las aulas de este colegio y se transformado hoy en uno de los pilares de la institución escolar.
Para la directora “Jorgito” es alguien muy querido en todas las Comunas del Sur: “Conoce toda la zona como nadie y por él pasa una movida cultural muy importante. Para la escuela es una fortaleza muy importante Jorge. Dentro de lo cultural el siempre nos orienta, nos ayuda y es como un asesor de todos. Es auxiliar del colegio, pero para todos es nuestro portero y hace un poco de todo. Es todo un personaje, realmente lo queremos mucho”. Valdivia siempre ha estado en la Cooperadora escolar y también en la Comisión de Ex Alumnos.
Jorge, además de agradecer las palabras de la directora, reconoce que su sentimiento hacia el colegio es cada vez más mayor:“En la época que yo venía al colegio, allá por la década del ´60, teníamos el concepto incorporado que la escuela era nuestra segunda casa. Y era un placer ir a nuestra segunda casa y la maestra pasaba a ser nuestra segunda madre. Lamentablemente eso se ha desvirtuado un poco, en todos los aspectos. Y tengo la enorme suerte, además de haber cursado la primaria en la escuelita, de poder seguir trabajando en la institución y hasta día de hoy la considero mi casa y la defiendo como mi hogar que es” y agregó: “Aunque no me lo pidan, llegan el sábado y domingo y paso igual por el colegio, para ver si está todo bien y porque no puedo estar lejos de este lugar. Soy de la época en que amábamos venir al colegio, estar con los amigos y la maestra, nuestra gran guía.
Me considero con mucho honor ser el portero del colegio, aunque ahora a ese cargo lo llaman con otro nombre”.

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