domingo, 12 de julio de 2009

DOLOR Y RECLAMO POR LA MUERTE DE UNA BEBE




La pequeña Tisiana tenía 8 meses de edad y dejó de existir en la mañana del último lunes de junio.
Pero al dolor por la muerte de una vida de tan corta edad se le sumó el desconcierto de familiares y allegados por las circunstancias en las que dejó de existir.
La bebé, nieta de Tomasa, una conocida vecina de la “Costa del Río”, era la más pequeña y la más mimada de todo el comedor, que su propia abuela administra con mucho sacrificio.
El desconcierto se apoderó de toda esta familia cuando desde los fondos del barrio Los Algarrobos se dirigieron rápidamente hasta el Hospital Sayago, porque la pequeña Tisiana, no respiraba, aquel fatídico lunes.
Ya en la guardia del centro asistencial advirtieron que la bebé no presentaba signos vitales y la aparente muerte podría haber sido una broncoaspiración.
Pero esta respuesta pareció no conformar a su familia, ya que Tisiana siempre gozó de muy buena salud y sólo unos días antes presentó signos compatibles con un resfrío o bien gripe.
Incluso había sido llevada días antes de su muerte al Hospital de Niños (de Córdoba), pero en este nosocomio capitalino se la habría atendido fugazmente y en el lugar sólo se le habría aplicado una inyección para bajarle la fiebre, según trascendió.
El lunes pasado, los padres, abuelos, tíos, vecinos y amigos de la infortunada Tisiana se movilizaron con pancartas, bombos y tambores y protagonizaron un corte parcial de la Avenida Juan Domingo Perón, frente al Sayago, reclamando una respuesta más completa y clara sobre las causas que provocaron la muerte de la criatura.
Desde el área de Pediatría del nosocomio se expresó el pesar por la muerte de la pequeña, se insistió en que ya había ingresado sin vida y que la causa de la muerte sería una bronco-aspiración.
No obstante ello desde la dirección del Sayago se confirmó que sus restos fueron derivados a Córdoba para una autopsia, para que finalmente se devele con precisión las causales del deceso.
Si bien la inédita movilización del lunes pasado tuvo un carácter pacífico, fue a la vez emotiva y cargada de mucho dolor por la muerte de esta querida pequeña.
La policía se hizo presente en el lugar a través del comisario Ricardo Murgo, quien intercedió antes los manifestantes y dialogó con los familiares.
La presencia policial evitó el desborde de la marcha y los movilizados finalmente desistieron de quemar gomas que habían llevado, ni tampoco cortaron en forma total de la arteria, como inicialmente tenían previsto.
El “fantasma” de la gripe A H1N1 ronda este caso y es por ello que la familia espera ahora una respuesta a los estudios de los restos de la bebé, no sólo para conocer la causa precisa de la muerte sino la posible negligencia de los facultativos al momento de atenderla.

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