El Centro de Jubilados y Pensionados de Villa Carlos Paz iniciará en los próximos días un ambicioso plan de obras en su sede social, que una vez finalizado sumará 150 mil pesos de inversión.
Así lo confirmó el presidente de la comisión directiva de esta institución, Silvio Giacumino, quien adelantó que la primera etapa contempla la reubicación de algunos espacios, a un costo de 20 mil pesos.
Para esto último, la entidad ya dispone de estos fondos ahorrados, pero para todo el plan de obras en conjunto, aspiran a concretarlo con los fondos que recauden por la venta del edificio construido en calle Las Acacias.
Allí funcionó durante un tiempo la subsede de esta institución de bien público y hasta poco la Organización No Gubernamental (ONG) Yavé Giré.
Si bien esta propiedad está edificada sobre un terreno municipal donado “con cargo”, los jubilados se encuentran en plena negociación con el municipio con el objetivo de disponer de los fondos necesarios por la venta de esta construcción.
Mientras estas conversaciones siguen su curso, la entidad de bien público arrancará con los trabajos, bajo la dirección técnica de la arquitecta Patricia Pepa.
La obra, cuyos planos ya están finalizados, contempla preservar en líneas general los rasgos de esta tradicional vivienda de época, erigida en 1942 y donada varias décadas después por quienes eran sus dueños para que fuera la sede social de los jubilados.
Entusiasmado con el proyecto, el propio Giacumino –plano en mano- explica los primeros pasos que se harán, con el objetivo de dotar a esta casa de la funcionalidad necesaria para los cientos de jubilados y pensionados que la visitan permanentemente.
Gimnasia, coro, yoga y los festejos de cumpleaños se realizan en el actual salón (una cochera ampliada) pero “se tirarán abajo algunas paredes y va a desaparecer de donde está, el consultorio, por lo tanto el salón sumará varios metros cuadrados nuevos”, explicó a La Jornada el dirigente de la tercera edad.
A su vez en el frente, respetando los 4 metros de frente, se reformará el acceso principal, el hall y sala de espera.
Las obras incluyen nuevos baños, unos para uso del salón y otros para las dependencias.
Los nuevos consultorios se emplazarán en otros espacios, como así también el despacho de la Presidencia y la sala de sesiones para la comisión directiva.
Giacumino reconoció que verbalmente se acordó con los funcionarios municipales la transacción de los 150 mil pesos, en tres pagos similares de 50 mil pesos.
Inicialmente los jubilados pretendían vender toda la propiedad de calle Las Acacias (en barrio La Quinta), pero desde el municipio se les aclaró que el terreno había sido donado “con cargo” por el Estado local, ante lo cual la venta no correspondía.
Ante este panorama se encargó una tasación del inmueble edificado allí (un salón con dependencias). Para los jubilados esa construcción tiene un valor de 60 mil dólares, pero para el municipio 150 mil pesos.
A la fecha no están cerradas las negociaciones, pero el Centro de Jubilados procedería a la restitución de ese espacio en barrio La Quinta, previa firma de un arreglo económico de tres cuotas de 50 mil pesos, en concepto del pago por “mejoras” en ese terreno.
“Nosotros pensamos que si están entregando subsidios de 50 mil pesos a clubes y a centros vecinales, no veo porque nosotros no podamos contar con esos fondos por el edificio que entregaremos”, expresó Giacumino.
Como las negociaciones entre el Estado municipal y el Centro de Jubilados se encuentran virtualmente paralizadas, se intentará destrabar el diálogo iniciando contactos con el Concejo de Representantes, según trascendió.
Los trabajos a encarar en la sede principal, en emblemática casa de Avenida Libertad esquina La Rioja, seguirán un plan director sugerido por la Regional Sexta del Colegio de Arquitectos de la Provincia, que ya en el 2005 estableció un plan integral de restauración y puesta en valor de esta vivienda, una de las más antiguas y mejor conservadas de la Villa.
Precisamente la sede donde se encarará el ambicioso plan de obras, mejoras y restauración fue declarada en su momento Patrimonio Histórico y Cultural de la ciudad.
Así lo confirmó el presidente de la comisión directiva de esta institución, Silvio Giacumino, quien adelantó que la primera etapa contempla la reubicación de algunos espacios, a un costo de 20 mil pesos.
Para esto último, la entidad ya dispone de estos fondos ahorrados, pero para todo el plan de obras en conjunto, aspiran a concretarlo con los fondos que recauden por la venta del edificio construido en calle Las Acacias.
Allí funcionó durante un tiempo la subsede de esta institución de bien público y hasta poco la Organización No Gubernamental (ONG) Yavé Giré.
Si bien esta propiedad está edificada sobre un terreno municipal donado “con cargo”, los jubilados se encuentran en plena negociación con el municipio con el objetivo de disponer de los fondos necesarios por la venta de esta construcción.
Mientras estas conversaciones siguen su curso, la entidad de bien público arrancará con los trabajos, bajo la dirección técnica de la arquitecta Patricia Pepa.
La obra, cuyos planos ya están finalizados, contempla preservar en líneas general los rasgos de esta tradicional vivienda de época, erigida en 1942 y donada varias décadas después por quienes eran sus dueños para que fuera la sede social de los jubilados.
Entusiasmado con el proyecto, el propio Giacumino –plano en mano- explica los primeros pasos que se harán, con el objetivo de dotar a esta casa de la funcionalidad necesaria para los cientos de jubilados y pensionados que la visitan permanentemente.
Gimnasia, coro, yoga y los festejos de cumpleaños se realizan en el actual salón (una cochera ampliada) pero “se tirarán abajo algunas paredes y va a desaparecer de donde está, el consultorio, por lo tanto el salón sumará varios metros cuadrados nuevos”, explicó a La Jornada el dirigente de la tercera edad.
A su vez en el frente, respetando los 4 metros de frente, se reformará el acceso principal, el hall y sala de espera.
Las obras incluyen nuevos baños, unos para uso del salón y otros para las dependencias.
Los nuevos consultorios se emplazarán en otros espacios, como así también el despacho de la Presidencia y la sala de sesiones para la comisión directiva.
Giacumino reconoció que verbalmente se acordó con los funcionarios municipales la transacción de los 150 mil pesos, en tres pagos similares de 50 mil pesos.
Inicialmente los jubilados pretendían vender toda la propiedad de calle Las Acacias (en barrio La Quinta), pero desde el municipio se les aclaró que el terreno había sido donado “con cargo” por el Estado local, ante lo cual la venta no correspondía.
Ante este panorama se encargó una tasación del inmueble edificado allí (un salón con dependencias). Para los jubilados esa construcción tiene un valor de 60 mil dólares, pero para el municipio 150 mil pesos.
A la fecha no están cerradas las negociaciones, pero el Centro de Jubilados procedería a la restitución de ese espacio en barrio La Quinta, previa firma de un arreglo económico de tres cuotas de 50 mil pesos, en concepto del pago por “mejoras” en ese terreno.
“Nosotros pensamos que si están entregando subsidios de 50 mil pesos a clubes y a centros vecinales, no veo porque nosotros no podamos contar con esos fondos por el edificio que entregaremos”, expresó Giacumino.
Como las negociaciones entre el Estado municipal y el Centro de Jubilados se encuentran virtualmente paralizadas, se intentará destrabar el diálogo iniciando contactos con el Concejo de Representantes, según trascendió.
Los trabajos a encarar en la sede principal, en emblemática casa de Avenida Libertad esquina La Rioja, seguirán un plan director sugerido por la Regional Sexta del Colegio de Arquitectos de la Provincia, que ya en el 2005 estableció un plan integral de restauración y puesta en valor de esta vivienda, una de las más antiguas y mejor conservadas de la Villa.
Precisamente la sede donde se encarará el ambicioso plan de obras, mejoras y restauración fue declarada en su momento Patrimonio Histórico y Cultural de la ciudad.
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