UN CARLOSPACENSE, CON LA MIRADA EN EL ESPACIO

Gabriel Lapilli se propuso cumplir un sueño y lo está logrando.
Aunque está muy lejos de sus familiares de Mayu Sumaj y sus amigos de Villa Carlos Paz es uno de los privilegiados en cursar Ingeniería Aeroespacial en el Florida Institute of Technology de la ciudad de Melbourne, Estados Unidos.
Aunque dos de sus hermanos también están radicados en esta lejana tierra, asegura con humildad que, como él, cualquiera puede conseguir lo que se proponga.
Estudia y trabaja todo el día, aunque se hace tiempo para la playa y los transbordadores espaciales.

¿Cómo surgió la posibilidad de seguir en Estados Unidos estudiando?
Hacía ya tiempo que tenía la idea de irme a estudiar al exterior. El año pasado cuando estaba por recibirme me lo propuse más en firme, entré a buscar oportunidades, tuve respuestas de una universidad en Canadá para hacer un doctorado y de ésta en Florida para una Maestría, gracias a un contacto de mi hermano (que estudió aquí también). No estaba tan seguro de seguir el doctorado porque te orienta a la parte académica y yo soy más "de los fierros" y si a eso le sumaba decidir entre la playa y el hielo, digamos que no me resultó tan complicada la elección.

¿Cuándo llegaste a Estados Unidos y por cuánto tiempo estarás cursando estos estudios?
Llegué a Estados Unidos en Enero de este año, y voy a estar cursando si todo sale bien, hasta los primeros días de mayo del 2011.¿Qué estudios estás cursando?
En Córdoba me recibí en la UTN el año pasado de Ingeniero Mecánico y acá estoy cursando la Maestría en Ingeniería Aerospacial. Son bastante parecidas, los cursos son muy similares, sólo que un poco más específico. Por otro lado, trabajo como asistente de investigación en un proyecto de la misma universidad, gracias al cual me cubre todos los gastos tanto de cursado, como un pequeño sueldo para poder vivir.
Estoy en un buen lugar para esta carrera, considerando que Cabo Cañaveral está a apenas media hora manejando -de hecho esta zona se llama la "Space Coast"- y las grandes compañías dedicadas a esto se encuentran aquí: NASA, Lockheed, Northrop Grumman, Boeing y Harris, por citar algunas. Tengo muchos compañeros que trabajan en ellas y muchos profesores que traen proyectos vinculados a estas empresas también.

¿Qué objetivos te planteaste?
Abrir la mente y conocer algo más de lo que ya conocía, y de paso ganar experiencia profesional en el camino. No quedarme con el "qué bueno estaría".

¿Es fácil o difícil adaptarte a estos estudios, en un lugar tan lejano?
Cuando uno conoce el sistema, se da cuenta que en Argentina es mucho más difícil recibirse. No encontré mayores dificultades en lo académico, sí quizás el idioma en un primer momento con algún profesor internacional que no habla claro, pero eso se solucionó en unas semanas hasta acostumbrar el oído y la lengua.

¿Tu intención es terminar estos estudios y volver o no?
Inicialmente la idea es conseguir un trabajo acá y hacer algo de experiencia. Para mí lamentablemente entrar en las compañías que se dedican a Ingeniería Aerospacial es casi imposible, ya que requieren autorizaciones de seguridad especiales, y para eso hay que ser ciudadano americano. Pero bueno, la idea es por ahora terminar y conseguir algo relacionado. Después se verá el volver, hay cosas que tiran muy fuerte para los dos lados, las sociedades son muy diferentes.

¿Qué es lo que más te gusta de estar en Estados Unidos?
La calidad de vida en general, las cosas impensables en Argentina (superautos, mansiones, yates), el contacto con muchas culturas del mundo, la playa, la seguridad, la limpieza, el respeto y cuidado por lo que es de todos, el tener la oportunidad de ver cosas únicas en el mundo como el lanzamiento de un trasbordador espacial, y por supuesto, vivir cerca de Miami y el Caribe, el paraíso en la Tierra.
Aunque creo que lo más positivo, es poder ver a Argentina desde afuera para darse cuenta la gente increíble y el país hermoso que tenemos, para poder decir con orgullo "Soy Argentino", y más aún, "Soy Cordobés".

¿Cómo es un día normal tuyo allá?
En un día normal de estudio y trabajo, me levanto a eso de las 7am, desayuno y a las 8 estoy en el laboratorio trabajando. Si puedo me tomo una hora para almorzar en casa, y por la tarde sigo trabajando con mis infaltables mates o me pongo a estudiar o hacer cosas para los cursos. A eso de las 6pm entro a cursar, y vuelvo a casa a eso de las 8-9pm. Y si estoy ajustado con una entrega de algo, sigo hasta medianoche o más, es bastante agotador en ese sentido, aunque sé que esto me reditúa a futuro. Eso sí, los jueves nos juntamos los estudiantes en un bar del centro de la ciudad, un especie de “cable a tierra”.
Digamos que la rutina no difiere mucho de la que tenía en Carlos Paz, salvo por los fines de semana en los que eran obligados volver el domingo por la madrugada, y los mates a la tarde en la Costanera.

¿Crees que fuiste un elegido, un afortunado en poder cumplir este sueño o cualquier otro joven que se lo proponga podría lograrlo?
Es cuestión de querer vivir lo que uno sueña, no tener miedo a lo desconocido. El equivocarse forma parte del aprender, pensar que yo al terminar en el IICO ingresé a la Escuela de Aviación Militar, no me gustó y mirá donde terminé. Nada es imposible, sólo hay que proponérselo, buscarle la vuelta y no caer en el primer tropezón.
Me gustaría agradecer a mi familia, en especial a mis viejos que me han apoyado incondicionalmente todo este tiempo, a mis hermanos que me han dado un buen empujón también, a mis amigos (de Argentina) que siempre están haciéndome el aguante.