Carlos Santarrosa dejó la Villa en la década del ’60, pero su legado se mantiene intacto y cada vez que regresa aún sueña con seguir creando escuelas para su ciudad.
Así lo reconoció en el merecido homenaje que se le rindió el jueves último en el Concejo de Representantes, a quien fuera párroco de la Villa en 1956 y por 12 intensos años de labor espiritual y educativa.
Santarrosa, actualmente radicado en Italia, nació en Bell Ville (Córdoba) en 1925 y no pasó por Carlos Paz como alguien más. Se involucró y se comprometió de tal forma en la vida de la sociedad que habitaba que todas las generaciones de carlospacenses que lo siguieron no encontraron aún alguien de tu talla.
En marzo de 1939 ingresó al Seminario Mayor Nuestra Señora de Loreto de Córdoba pero ya antes había perfilado su vocación religiosa, incluso siendo monaguillo.
Fue ordenado sacerdote el 3 de diciembre 1950 y ha sido uno de los párrocos que dejó su huella en la historia de Villa Carlos Paz, ciudad que lo tendrá como uno de los pilares en el primer siglo que se apresta a cumplir.
La ceremonia se realizó en presencia del propio presidente del cuerpo Legislativo local, Esteban Avilés, y con la asistencia de los ediles Raquel Merlino y Daniel Velázquez.
También se hicieron presentes los directivos de las escuelas que fundó el propio Santarrosa, representantes del Centro Comercial de la ciudad, el actual párroco Presbítero Mario Bernabey y el responsable de la Pastoral Arquidiocesana, Pbro. Eduardo Córdoba.
Tras proclamarse el reconocimiento y luego de unas sentidas palabras por parte de Avilés, Santarrosa se mostró muy conmovido por la presencia de un auditorio completo, con vecinos, amigos y colaboradores suyos.
Todos siguieron con mucha atención sus su extenso discurso ante los presentes.
Su gran capacidad oratoria tuvo incluso momentos incisivos, cuando se refirió a la actual Iglesia Católica como institución.
Santarrosa, también se hizo tiempo para dialogar con la prensa y expresar a través de los Medios, también su agradecimiento a la ciudad que alguna vez lo contuvo y le permitió también, cumplir sus sueños.
¿Cómo lo encuentra al recibir este reconocimiento por parte del Concejo de Representantes local?
Bueno, en primer lugar con mucho agradecimiento por este homenaje y por la alta dignidad por la cual me han llamado a este recinto de sesiones. No voy a decir sin merecerlo, porque seguramente algo hice. Debo agradecer también a Dios, que me ha alargado los años para que yo pueda recibir esta distinción. En segundo lugar agradecer a María Rosa Mística, mi madre, madre de Dios y madre de Jesús y madre mía también, a pesar de los numerosos malos ratos que yo le he hecho pasar. También tengo que agradecer a María del Tránsito Cabanillas, Santa nacida aquí, en nuestra zona y cuya cuna y casa están el fondo del lago San Roque.
Así lo reconoció en el merecido homenaje que se le rindió el jueves último en el Concejo de Representantes, a quien fuera párroco de la Villa en 1956 y por 12 intensos años de labor espiritual y educativa.
Santarrosa, actualmente radicado en Italia, nació en Bell Ville (Córdoba) en 1925 y no pasó por Carlos Paz como alguien más. Se involucró y se comprometió de tal forma en la vida de la sociedad que habitaba que todas las generaciones de carlospacenses que lo siguieron no encontraron aún alguien de tu talla.
En marzo de 1939 ingresó al Seminario Mayor Nuestra Señora de Loreto de Córdoba pero ya antes había perfilado su vocación religiosa, incluso siendo monaguillo.
Fue ordenado sacerdote el 3 de diciembre 1950 y ha sido uno de los párrocos que dejó su huella en la historia de Villa Carlos Paz, ciudad que lo tendrá como uno de los pilares en el primer siglo que se apresta a cumplir.
La ceremonia se realizó en presencia del propio presidente del cuerpo Legislativo local, Esteban Avilés, y con la asistencia de los ediles Raquel Merlino y Daniel Velázquez.
También se hicieron presentes los directivos de las escuelas que fundó el propio Santarrosa, representantes del Centro Comercial de la ciudad, el actual párroco Presbítero Mario Bernabey y el responsable de la Pastoral Arquidiocesana, Pbro. Eduardo Córdoba.
Tras proclamarse el reconocimiento y luego de unas sentidas palabras por parte de Avilés, Santarrosa se mostró muy conmovido por la presencia de un auditorio completo, con vecinos, amigos y colaboradores suyos.
Todos siguieron con mucha atención sus su extenso discurso ante los presentes.
Su gran capacidad oratoria tuvo incluso momentos incisivos, cuando se refirió a la actual Iglesia Católica como institución.
Santarrosa, también se hizo tiempo para dialogar con la prensa y expresar a través de los Medios, también su agradecimiento a la ciudad que alguna vez lo contuvo y le permitió también, cumplir sus sueños.
¿Cómo lo encuentra al recibir este reconocimiento por parte del Concejo de Representantes local?
Bueno, en primer lugar con mucho agradecimiento por este homenaje y por la alta dignidad por la cual me han llamado a este recinto de sesiones. No voy a decir sin merecerlo, porque seguramente algo hice. Debo agradecer también a Dios, que me ha alargado los años para que yo pueda recibir esta distinción. En segundo lugar agradecer a María Rosa Mística, mi madre, madre de Dios y madre de Jesús y madre mía también, a pesar de los numerosos malos ratos que yo le he hecho pasar. También tengo que agradecer a María del Tránsito Cabanillas, Santa nacida aquí, en nuestra zona y cuya cuna y casa están el fondo del lago San Roque.
¿Y cuando se acuerdan de usted de esta forma, qué sentimientos vienen a usted?
Me emociona mucho que después de 50 años se hayan dado cuenta que he dejado un granito de arena, aquí en Villa Carlos Paz.
Cuando vine a esta ciudad no fue para bautizar chicos y sepultar abuelos, sino para atender espiritualmente a una comunidad, elevar su nivel cultural y para atender a los enfermos que el señor llama por última vez.
Me emociona mucho que después de 50 años se hayan dado cuenta que he dejado un granito de arena, aquí en Villa Carlos Paz.
Cuando vine a esta ciudad no fue para bautizar chicos y sepultar abuelos, sino para atender espiritualmente a una comunidad, elevar su nivel cultural y para atender a los enfermos que el señor llama por última vez.
¿Cómo ve ahora, en la actualidad, las escuelas parroquiales que usted fundó?
Dejé ocho escuelas. Mi sucesor eliminó dos y es una herida que aún tengo abierta. Las ocho escuelas abarcaban la personalidad del hombre en todos sus aspectos, porque hablamos de jardín de infantes, escuela primaria, secundarias como el Bernardo D´Elia, el Cristo Obrero y Técnico Industrial, el Remedios Escalada de San Martín, Escuela de Lenguas Nuestra Señora del Carmen, Escuela de Revisión y Repaso, Escuela Manuel de Falla de Artes Musicales.
Para mi ese era mi segundo programa, la elevación cultural de este pueblo, que aquella época tenía 3.500 habitantes, mil nativos y los demás provenientes de otros lugares del país.
Dejé ocho escuelas. Mi sucesor eliminó dos y es una herida que aún tengo abierta. Las ocho escuelas abarcaban la personalidad del hombre en todos sus aspectos, porque hablamos de jardín de infantes, escuela primaria, secundarias como el Bernardo D´Elia, el Cristo Obrero y Técnico Industrial, el Remedios Escalada de San Martín, Escuela de Lenguas Nuestra Señora del Carmen, Escuela de Revisión y Repaso, Escuela Manuel de Falla de Artes Musicales.
Para mi ese era mi segundo programa, la elevación cultural de este pueblo, que aquella época tenía 3.500 habitantes, mil nativos y los demás provenientes de otros lugares del país.
¿Habría que abrir más escuelas en vez de cerrarlas?
Yo tengo un proyecto en ese sentido, pero hace falta la plata para concretarlo. Se trata de crear escuelas para formar la clase política del mañana, con un fundamento cristiano para evitar lo que estamos sufriendo todos, desde hace 50 años.
Yo tengo un proyecto en ese sentido, pero hace falta la plata para concretarlo. Se trata de crear escuelas para formar la clase política del mañana, con un fundamento cristiano para evitar lo que estamos sufriendo todos, desde hace 50 años.
¿Cómo ve la ciudad en estos 97 años que está por cumplir?
Es un fenómeno casi único en el mundo. Yo actualmente vivo en Italia y el caso de Carlos Paz no lo he visto en ningún lado: El de una aldea, que en pocos años se transforma en una ciudad de 80 mil habitantes. Cuando dejé la ciudad, en 1968 ya había 20 mil. Esta Villa es realmente un milagro, ha quemado etapas y seguramente será para el bien de todos, me parece.
¿Cuál es el mensaje que le quiere dejar a su comunidad?
A los padres, en especial de las escuelas parroquiales que yo fundé, que asuman la responsabilidad de abrir los ojos de sus hijos al conocimiento de Dios y de sus obligaciones como cristianos, para que el niño, cuando accede al jardín de infantes, al menos ya sepa hacer la señal de la cruz, como corresponde. Esa es una preocupación mía: la familia cristiana debe asumir en todos sus aspectos la educación cristiana de todos sus hijos.
A los padres, en especial de las escuelas parroquiales que yo fundé, que asuman la responsabilidad de abrir los ojos de sus hijos al conocimiento de Dios y de sus obligaciones como cristianos, para que el niño, cuando accede al jardín de infantes, al menos ya sepa hacer la señal de la cruz, como corresponde. Esa es una preocupación mía: la familia cristiana debe asumir en todos sus aspectos la educación cristiana de todos sus hijos.
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