miércoles, 16 de junio de 2010

DEJO LOS HABITOS, TIENE UNA HIJA Y ELIGIO VILLA CARLOS PAZ PARA VIVIR




Víctor Hugo Casas (39) acaba de cumplir un año de residencia en nuestra ciudad. Pero no se trata de un vecino común, ya que saltó a la fama el año pasado cuando en plena Misa de Ramos le dijo a sus fieles que estaba enamorado.
La elegida fue Mariana, una docente de Saturnino María Laspiur y poco tiempo después nacería Catalina, formándose esta nueva y singular familia.
Dejar los hábitos en plena Misa provocó algunos dolores de cabeza en la Iglesia y Víctor fue noticia en todos los medios del país y del mundo.
Nació en Arroyito, cursó el Seminario Mayor en Córdoba y cuando estaba en Brinkmann fue designado diácono. Posteriormente en llegaría el nombramiento como sacerdote y a la semana de ellos le asignarían la misión de Vicario para la zona de Luque-Calchín-Calchín Oeste y Capilla del Carmen. En esta zona estuvo un año y medio. Luego fue trasladado a Porteña, donde estuvo ocho meses. Tiempo después quien era Obispo de San Francisco sería trasladado a San Justo (Buenos Aires) por lo que su nuevo puesto estaría en la catedral de San Francisco, hasta recibir del nuevo Obispo designado el pase como párroco a Laspiur.
Ahora vive en pleno centro de Villa Carlos Paz y sin culpas, mira su pasado, confesando querer echar raíces en éste, su nuevo lugar.
“Durante cuatro estuve como párroco en Laspiur”, recuerda y a nivel local, regional, provincial y nacional participó de todo tipo de encuentros pastorales con jóvenes, scouts y en materia de jóvenes trabajó al lado de instituciones que se encargaban de la recuperación de adictos. Cuando estuva en San Francisco visitó mucho los presos del penal local, según relata.
Fueron siete años en total de estar al servicio de la Iglesia. En el 2007 en Laspiur hubo una gran inundación y “llegué a reunirme hasta con el Gobernador para tratar de mejorar la situación social de la gente”, sigue recordando.

¿Cómo tomaste la decisión?

Estaba enamorado, pero a la vez tomándome el tiempo necesario para dejar la Iglesia. Me enteré que venía al mundo mi hija y desde allí sentí que el camino que debía seguir no era el sacerdocio, sino formar una familia.
Hacía dos años que yo venía meditando este cambio, pero bueno, esto precipitó la decisión.
Se fue dando así este signo, que ahora es Catalina, la hija que tenemos con Mariana, qie fue la señal más grande y todo se adelantó.
Estaba en mis planes dejar el ministerio, pero respetando los tiempos, porque empezó a madurar el deseo de formar una familia y gracias a Dios hoy lo puedo vivir y disfrutar, con mucha alegría y mucha felicidad. Pero además de esto que me estaba pasando que veía dentro de la Iglesia manejos que no iban con mi forma de ser y pensar, por ser una estructura fría y lejana de realidad y de la gente. Y me animo a decir, hasta lejos de Dios.
Tanto yo como otros sacerdotes que dejaron el Ministerio y que incluso algunos están aquí en Carlos Paz, después eclesialmente sentimos que no se nos tiene más en cuenta para nada.
Reconozco que los pasos que di, fueron distintos a los que hicieron los demás. Primero comuniqué mi decisión a la gente y después al Obispo.

¿Y sentís que hiciste bien?

Hice lo que sentí y sabía que haciéndolo de otra forma iba a ser más difícil, en lo humano, por las características de la jerarquía hacia sacerdotes que dejaban el Ministerio. Nunca he tenido un sentimiento de culpa, sino de liberación y de felicidad. Los últimos tiempos sentía que me asfixiaba.

¿Y porqué te hiciste cura?

Por Dios y por la gente.

¿Y cómo crees que te ve la iglesia ahora?

Se que no ha caído bien, tanto en el Obispo como a nivel general en la Iglesia. Y me sorprendió que desde otros credos fue mejor recibido.

¿Debería eliminarse el celibato?

Hay quienes pueden vivir el celibato, pero muchos no. Es una imposición humana y no divina y creo que sería bueno que se re piense o se reflexione sobre este tema hacia el futuro porque debería ser opcional en muchos casos.
Con un año de convivencia con mi esposa y mi hija, la riqueza que es el matrimonio y la familia es incomparable.
Estoy totalmente convencido que se puede ser sacerdote y jefe de familia. Creo que se va a camino a eso, no se cuando, pero estoy seguro que se llegará, porque en algún momento debe haber una apertura.
La sociedad ha cambiado mucho y creo que el rechazo que existía antes por algo así, hoy se ha revertido totalmente y ahora muchos se me acercan y me dicen: El sacerdote debería ser casado. Y no sólo para romper con el celibato sino para experimentar en carne propia llevar adelante una familia, la educación de los hijos, la convivencia con la esposa. Muchas veces el sacerdote está lejos de esas cosas: Podrá saber mucho de lo intelectual o la parte espiritual pero poco de la experiencia personal. Y esa es la riqueza que aporta la familia.

¿Sentís que lo que vos pasaste ya no es caso aislado?

Ya no, cada vez estoy conociendo más casos de ex sacerdotes que han conformado familia y muchos que ya hasta son abuelos.
Observo que muchos han transitado un camino duro y entonces uno no se siente solo. A partir de casos como el mío la Iglesia ha comenzado a hacerse algunas preguntas. Se están planteado cosas a nivel formativo incluso. Y me alegro de haberlas escuchado, especialmente del Cardenal Bergoglio.

¿Extrañás algo?

En realidad los años que fui sacerdote di todo lo que pude dar y si algo no di fue por falta de experiencia o por desconocer.
Desde que dejé los hábitos no extraño nada, pero si siento dolor por el hecho de todo eso que aprendí y que daba como sacerdote y hoy ya no lo puedo dar por negativa propia de la Iglesia.

¿Por qué Carlos Paz?

Lo elegimos con Mariana. Sentíamos que teníamos que salir del lugar, el pueblo nativo de mi esposa, por todo lo que implica la vida anterior y por lo que uno empezaba a proyectar ya como familia. Nos gustó Carlos Paz porque está cerca de Córdoba, profesionalmente nos conviene porque ambos somos profesores y queremos seguir formándonos y nos queda medianamente cerca de nuestras familias.
En lo personal quisiera insertarme en una sociedad como esta, en lo laboral y en lo educativo, todo un desafío.


¿Cómo va la adaptación a esta nueva vida?

Afortunadamente siempre he tenido una capacidad de adaptación muy rápida. Me gusta conocer otras realidades. Carlos Paz me ha recibido muy bien y yo quisiera personalmente colaborar con instituciones, fundaciones y estoy dando algunos pasos en ese sentido

1 comentario:

Graciela. dijo...

Bellísima nota Carlos. Gracias.