La
Escuela Ingeniero Arturo Pagliari de Puesto Pedernera brindó un emotivo festejo
a la Pachamama (Madre Tierra) el martes y miércoles últimos.
La
evocación se realiza el primer día de agosto y con fervor la despliegan
fundamentalmente las comunidades andinas y del norte argentino.
En el
establecimiento educativo de la Pampa de Achala la conmemoración comenzó el
martes 31 de agosto. Los casi 40 alumnos que cursaron ese día, se quedaron en
el colegio para hacer la vigilia a la Madre Tierra.
Hasta
pasada la medianoche, los docentes Mari Ludueña (directora), Daniel Díaz
(director suplente), las maestras Soledad y Fany, la cocinera Viviana, algunos
padres y casi todos los alumnos caminaron hacia el sendero (en noche de luna
llena), cenaron pizzas caseras y se armó un improvisado fogón de folklore y
baile popular hasta pasada la medianoche.
Ludueña
se mostró conmovida por lo realizado en su colegio y así lo transmitió: “El día
1 de agosto hicimos el tributo a la tierra. Lo efectuamos en el mismo lugar que
el año pasado. En el 2011 con la colaboración de Jorge Valdivia y algunos
amigos comenzamos con esta evocación. Esta vez, reabrimos solitos la boca de la
Pacha (tierra) y envuelto en un poncho brindamos todas nuestras ofrendas”.
La
docente explicó que allí se “regalaron” a modo de gratitud hacia la tierra una
serie de elementos, aportados por los propios chicos y también los adultos:
“Cada uno de los alumnos hizo un escrito o un dibujo y en la ceremonia, a viva
voz explicaron por quien pedían a la Pacha. Fue muy emocionante escuchar a los
chicos pedir, por ejemplo, por sus padres, para que haya unión, paz y
felicidad”, relató –orgullosa- la directora de la institución.
El porqué de la Pachamama
Para los Quichuas, Madre tierra, es la deidad máxima
de los cerreros peruanos, bolivianos y del nordeste Argentino. Para Adán
Quiroga la Pacha es universo, mundo, tiempo, lugar, mientras que Mama es madre.
La Pacha Mama, agrega, es un dios femenino, que produce, que engendra. Su
morada está en el Carro Blanco (Nevado de Cachi), y se cuenta que en la cumbre
hay un lago que rodea a una isla. Esta isla es habitada por un toro de astas
doradas que al bramar emite por la boca nubes de tormenta.
El
primero de agosto es el día de la Pachamama. Ese día se entierra en un lugar
cerca de la casa una olla de barro con comida cocida. También se pone coca,
yisca, alcohol, vino, cigarros y chicha para carar (alimentar) a la Pachamama.
Ese mismo día hay que ponerse unos cordones de hilo blanco y negro, confeccionados
con lana de llama hilando hacia la izquierda. Estos cordones se atan en los
tobillos, las muñecas y el cuello, para evitar el castigo de la Pachamama.
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