lunes, 18 de octubre de 2010

UN ENCUENTRO POR LOS DESAFIOS DEL BICENTENARIO

Viernes y sábado últimos, la Cooperativa Integral (Coopi) convocó a su tradicional carpa para el XVIII Encuentro Latinoamericano de la Cooperación, bajo el lema: “Proyecto Nacional e Integración Latinoamericana”.

Un importante número de participantes e importantes oradores , matizado con números artísticos y musicales renovaron la propuesta de los cooperativistas locales, en dos jornadas de rico debate sobre los 200 años de la Patria.

Entre los expositores se contaron visitantes de la talla de, María Rosa Jara (Profesora y Licenciada en Historia), Marcelo Vidal (Profesor de Historia), Luis Cáceres (Coordinador General del Centro de Estudios Laborales – Responsable Sindical e integrante de la mesa Ejecutiva del Movimiento Evita), Mariana González (Investigadora Lic. en Economía-UBA y doctorada en Ciencias Sociales de FLACSO, docente de la UBA. investigadora del CIFRA y del CENDA), Horacio López (Ingeniero Industrial, periodista, escritor, investigador. Subdirector del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”. Presidente de AUNA) y Mónica Gordillo (Doctora en Historia, Profesora Titular de la cátedra "Historia Argentina Contemporánea" en la ECI-UNC, miembro de la carrera de Investigador Científico del CONICET.

Al caer la tarde del viernes el Encuentro abría con el recital de Kiyatum “Tambores de América” (grupo de percusión afro-americano).

La presidenta del Consejo de Administración de la Coopi, Edith Manera, fue la encargada de abrir el evento, con palabras de bienvenida para todos los visitantes.

Después del primer panel sobre el “Bicentenario” se presentó el taller de teatro de la Coopi (a cargo de Adriana Quevedo) con la obra, “¿Cuánto vale una heladera?” (de Claudia Piñeyro)

En declaraciones a La Jornada, Edith Manera sostuvo que este 2010 es “un año especial porque toda América esta efervescente, hay elecciones un lado y en otro, son muchas expectativas. Estamos viviendo un bicentenario más americanista y más profundo, con análisis, porque antes nos seguían repitiendo el versito que nos contaban”, y agregó: “Hoy se analiza todo y se ponen muchas cosas en el tapete. Cosas que se sabían pero no se decían”.

Manera se lamentó que los carlospacenses no participen tanto como quisieran los organizadores: “Es una lástima que Carlos Paz no participe tanto, parece que la gente de nuestra ciudad no entendiera que este encuentro es importante para nosotros mismos, los que habitamos esta Villa. En Carlos Paz la gente que la habita a veces no se siente integrada y nosotros hablamos de América, pero Carlos Paz es parte de América”.

Horacio López, por su parte, reflexionó la convocatoria y su objetivo: ““Me parece que estamos en una situación muy particular, especial. Este bicentenario, a partir de lo que fueron los festejos, yo creo que abre una nueva lectura de lo que fue la historia de las guerras de independencia, porque realmente si nos remitimos a lo que fueron los festejos del centenario, en 1910, eran festejos de la oligarquía, habían invitado al emperador de Japón, al de Alemania, embajadores europeos, en aquel entonces no tenía un sentido Latinoamericano y además era en un ámbito de represión al movimiento obrero. En cambio este bicentenario nos encuentra en un proceso de cambios profundos en el continente, pensemos en UNASUR, en el ALBA y en procesos que están protagonizando Bolivia, Venezuela o Ecuador”. También sostuvo: “Es propicio el momento para que reflexionemos sobre la verdadera historia, que no es la que nos vienen enseñando en la academia ni en la educación formal. Lo que tenemos que difundir es que debemos descolonizar las concepciones de la historia, porque tenemos una historia que nos enviaron y nos trajeron desde Europa y la concebimos con las mismas categorías y los mismos razonamientos que los europeos. Entonces, primero descolonicemos la mente y empecemos a plantarnos desde una postura de soberanía, con una postura propia” y agregó: “Por ejemplo, uno de los debates que hay hoy en la historia es, si este proceso de revolución en América fue o no continuidad de la revolución liberal burguesa en España. Con eso nos quieren quitar identidad, originalidad, es decir… ustedes fueron parte de nuestra revolución… y yo creo que es todo lo contrario: Que la originalidad, el protagonismo que tuvo en estas tierras ese proceso de lucha por la liberación y la independencia fue realmente muy trascendente y muy propio. Ese es el mensaje que tenemos que dar, que empecemos a pensar con mente propia, a pensar en quienes fueron nuestros verdaderos próceres, líderes, pensar también que fueron los pueblos los protagonistas de esos procesos, porque la historia oficial también nos muestra una historia protagonizada por ilustres (varios de ellos lo fueron), pero dejando de lado ese protagonismo popular y que fue esencial, de los indígenas, los negros, los criollos de bajo nivel social, es decir tomar aquello como una gesta que fue por la libertad y la independencia. La independencia se logró, pero no la igualdad, que era una de las banderas principales. Ahora estamos retomando un camino que aquel, para pensar en una segunda y definitiva independencia”.

Consultado sobre si se está frente a un gran desafío, remarcó: “Claro, y una de las cosas que me hace ser optimista es pensar que cada vez más los argentinos nos vemos como latinoamericanos, es decir, ya no es más ese país rancio de aquella oligarquía y que miraba siempre a Europa, de espalda a sus hermanos de América. Hoy hacemos nuestros, los triunfos de los bolivianos o los venezolanos. Por eso yo creo que se está gestando un proceso que va ser nuevamente continental, como el que fue hace 200 años”.

Por su lado Mónica Gordillo, indicó a La Jornada que, “estamos sin dudas en un momento donde Latinoamérica tiene una serie de desafíos y por suerte estamos intentando un camino juntos, con todas las diversidades propias de cada país. Debiendo respetarlas para poder construir las diversas historias” y agregó: “Todas las políticas neoliberales de la década anterior y que se fueron dando en los distintos países empezaron a mostrar los costos sociales que eso tenía y esto nos pone al frente al desafío de otras alternativas más sustentables socialmente. Pensar en descubrir otras formas de vida, otras culturas, como la de los pueblos originarios que efectivamente tienen mucho para enseñarnos”.

Al pedirle un mensaje para la ciudadanía y otra para el dirigente, en este 2010, dijo: “La ciudadanía debe comprometerse más. En la medida que eso pase, si uno no defiende sus derechos, no hay nadie que nos lo defienda. Hemos vivido muchos tiempos de individualismo, por lo que es necesario recuperar valores de solidaridad, de compromiso, que en otras épocas nuestro país tuvo y sería importante volver a tenerlos. La dirigencia no es extraterrestre. En la medida que uno pueda construir mejor ciudadanía también habrá mejores dirigentes, porque habrá mejor capacidad de interpelación. En la medida que uno no se involucre, los dirigentes van a seguir haciendo cualquier cosa”.

No hay comentarios: