El Cuartel de bomberos Voluntarios de Villa Carlos Paz conmemoró a fines de setiembre pasado el 42º aniversario de su fundación, transformándose así en una de las instituciones pioneras del interior provincial.
El 26 de setiembre de 1.966 y por la inquietud que siempre distingue a los rotarios, un grupo de ellos se reunió especialmente ese día para constituir lo que luego pasaría a ser una de agrupaciones señeras del quehacer local, los Bomberos Voluntarios de la ciudad.
Los ´60, década de cambios en el país y en Córdoba, marcó también a la naciente ciudad, que había dejado de ser Villa, porque en éste período se fundaron también establecimientos educativos, clubes deportivos, centros vecinales y muchas entidades intermedias, que hoy le dan vida a Carlos Paz y la ubican como cabecera de todas las localidades de las serranías.
El sábado 27 de setiembre último el cuartel local conmemoró el aniversario con el perfil bajo que lo siempre lo caracterizó, con una discreta ceremonia y un posterior encuentro de camaradería.
Durante el acto tomaron la palabra tanto Hernán Anders, presidente de la comisión directiva, como el comandante Marcelo Zornada, jefe de Cuerpo Activo, quienes coincidieron en recordar, entre otras cosas, que en esta apartada región del mundo “no somos ajenos al calentamiento global y desde el cuartel no sólo se debe estar preparados, sino también estar listos”, para actuar operativamente en eventuales casos de desastres y tragedias.
Durante el acto dos bomberos fueron ascendidos a tenientes: Diego Ochoa y Alejandro García. El incansable Pablo Calamita recibió un reconocimiento especial por los 25 años ininterrumpidos de labor para y por la institución y finalmente fueron distinguidos por contar con 15 de servicio, los efectivos Rodriguez, Vilella, Falco, Tayler y Pérez.
Zornada, recién llegado de Ecuador, participó de un encuentro internacional de los equipos de Búsqueda y Rescate, un especial programa de las Naciones Unidas. Y a su arribo le tocó encabezar las celebraciones, no sin antes recordar a aquellos pioneros rotarios que pusieron la piedra basal de la intitución: Gigli, Rigazio, Boqué Miró, Herrero y Casano, entre otros, integrantes de aquella primera e histórica comisión directiva.
El recordado Leandro Robledo fue el primer jefe del cuartel, y justamente 42 años después uno de sus hijos, Roberto Robledo, está impulsando una loable iniciativa que sin dudas será un verdadero acto de justicia.
El monumento al bombero, en la plazoleta ubicada a 200 metros del cuartel, en la intersección de Av. Gabriela Mistral y Buenos Aires será reubicado y emplazado hasta el frente del nuevo edificio de calle Koch.
La escultura, cuya imagen es la de un bombero llevando un bebé entre sus brazos, yace semidestruida en el lugar desde hace varios años, en el mismísimo el corazón de dicha plazoleta de barrio La Cuesta.
El monumento fue restaurado en numerosas oportunidades, pero siempre es destruido por desconocidos. Ante este panorama, el hijo el primer jefe del cuartel ya tomó la iniciativa para que la escultura, que había inaugurado su propio padre, luzca completa y signos de violencia en la mismísima fachada del cuartel.
Para eso Robledo ha iniciado personalmente una serie de gestiones, tanto ante el municipio como el Consejo de Representes, a los efectos de contar con el apoyo y cumplir así este objetivo.
En el nuevo lugar, la estatua “gozará de buena salud”, ya que estará constantemente vigilada por la guardia permanente que tiene el cuartel.
Reconstruirla –actualmente le faltan las extremidades al bebé que lleva el bombero- demandará un gasto que se está estudiando quienes y como lo afrontarán.
Este monumento, al Bombero Voluntario, correrá entonces mejor suerte que el Pinocho (de madera) que estaba emplazado en el Paseo de la Familia ó Plaza Juan Casado y que desde hace meses “duerme” en el taller de su creador, Rafael Polak, esperando que el municipio afronte los gastos para su restauración.
El 26 de setiembre de 1.966 y por la inquietud que siempre distingue a los rotarios, un grupo de ellos se reunió especialmente ese día para constituir lo que luego pasaría a ser una de agrupaciones señeras del quehacer local, los Bomberos Voluntarios de la ciudad.
Los ´60, década de cambios en el país y en Córdoba, marcó también a la naciente ciudad, que había dejado de ser Villa, porque en éste período se fundaron también establecimientos educativos, clubes deportivos, centros vecinales y muchas entidades intermedias, que hoy le dan vida a Carlos Paz y la ubican como cabecera de todas las localidades de las serranías.
El sábado 27 de setiembre último el cuartel local conmemoró el aniversario con el perfil bajo que lo siempre lo caracterizó, con una discreta ceremonia y un posterior encuentro de camaradería.
Durante el acto tomaron la palabra tanto Hernán Anders, presidente de la comisión directiva, como el comandante Marcelo Zornada, jefe de Cuerpo Activo, quienes coincidieron en recordar, entre otras cosas, que en esta apartada región del mundo “no somos ajenos al calentamiento global y desde el cuartel no sólo se debe estar preparados, sino también estar listos”, para actuar operativamente en eventuales casos de desastres y tragedias.
Durante el acto dos bomberos fueron ascendidos a tenientes: Diego Ochoa y Alejandro García. El incansable Pablo Calamita recibió un reconocimiento especial por los 25 años ininterrumpidos de labor para y por la institución y finalmente fueron distinguidos por contar con 15 de servicio, los efectivos Rodriguez, Vilella, Falco, Tayler y Pérez.
Zornada, recién llegado de Ecuador, participó de un encuentro internacional de los equipos de Búsqueda y Rescate, un especial programa de las Naciones Unidas. Y a su arribo le tocó encabezar las celebraciones, no sin antes recordar a aquellos pioneros rotarios que pusieron la piedra basal de la intitución: Gigli, Rigazio, Boqué Miró, Herrero y Casano, entre otros, integrantes de aquella primera e histórica comisión directiva.
El recordado Leandro Robledo fue el primer jefe del cuartel, y justamente 42 años después uno de sus hijos, Roberto Robledo, está impulsando una loable iniciativa que sin dudas será un verdadero acto de justicia.
El monumento al bombero, en la plazoleta ubicada a 200 metros del cuartel, en la intersección de Av. Gabriela Mistral y Buenos Aires será reubicado y emplazado hasta el frente del nuevo edificio de calle Koch.
La escultura, cuya imagen es la de un bombero llevando un bebé entre sus brazos, yace semidestruida en el lugar desde hace varios años, en el mismísimo el corazón de dicha plazoleta de barrio La Cuesta.
El monumento fue restaurado en numerosas oportunidades, pero siempre es destruido por desconocidos. Ante este panorama, el hijo el primer jefe del cuartel ya tomó la iniciativa para que la escultura, que había inaugurado su propio padre, luzca completa y signos de violencia en la mismísima fachada del cuartel.
Para eso Robledo ha iniciado personalmente una serie de gestiones, tanto ante el municipio como el Consejo de Representes, a los efectos de contar con el apoyo y cumplir así este objetivo.
En el nuevo lugar, la estatua “gozará de buena salud”, ya que estará constantemente vigilada por la guardia permanente que tiene el cuartel.
Reconstruirla –actualmente le faltan las extremidades al bebé que lleva el bombero- demandará un gasto que se está estudiando quienes y como lo afrontarán.
Este monumento, al Bombero Voluntario, correrá entonces mejor suerte que el Pinocho (de madera) que estaba emplazado en el Paseo de la Familia ó Plaza Juan Casado y que desde hace meses “duerme” en el taller de su creador, Rafael Polak, esperando que el municipio afronte los gastos para su restauración.
1 comentario:
Hola Carlos Pivatto, somos una empresa que se dedica a la creacion, reproduccion y restauracion de monumentos.
Reproducimos Al Monumento Al Bombero, he visto que tienen nuestro diseño pero esta deteriorado.
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Saludos, Juan Manuel Michenzi
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