domingo, 6 de abril de 2008

Carlos Mayer, el carlospacense que fue recibido por la nobleza árabe


“Mi amigo el príncipe”. ¿Cuántas personas pueden llegar a tener una expresión así en Villa Carlos Paz?. Seguramente nadie. Y quien lo diga puede que mienta. Total hablar por hablar es moneda corriente y ninguno se tomaría la molestia de averiguar la veracidad de semejantes palabras.
No es caso de Carlos Ernesto Mayer, polifacético empresario local, quien pese a su perfil bajo y en su debut como manager de pilotos, comenzó el año visitando nada más ni nada menos que el lejano Reino del Emirato Árabe de Bahrein.
Allí no sólo fue recibido con todos los honores, sino que entabló una cálida amistad con casi toda la familia Real de Hamad Bin Isa Al Califa, quien ocupa el trono en Manama, la capital de este pequeño, aunque poderoso país de medio oriente.
Mayer viajó en febrero junto a los pilotos argentinos, Franco Coscia y Pablo Redolfi.
El primero de ellos logró una meritoria ubicación en el podio, al alzarse con el tercer puesto de la edición 2008 del Campeonato Internacional de Medio Oriente de Chevrolet Lumina CSV.

¿Cómo surge esta posibilidad de viajar a un país tan lejano?
Mucho tiempo destinado a contactos que finalmente dieron sus frutos. Se que para muchos puede llegar a ser algo exótico. Realmente fue una experiencia muy fuerte, pero fundamentalmente en lo íntimo, “puertas adentro”.
Lo que mas importante que uno ve de todo esto, es lo que se viene de ahora en más.
Nuestra visita fue por varios motivos, fundamentalmente la posibilidad de hacer algo en conjunto con los amantes del automovilismo de aquella zona y la carrera se transformó apenas en una excusa.
El viaje fue “terriblemente largo”. El vuelo trasatlántico llevó 15 horas en Fly Emirates, pero se complicó porque tuvimos que salir desde San Pablo y no desde Buenos Aires ya que la aerolínea no llega a la Argentina, porque además tampoco hay relaciones diplomáticas entre ambos estados.

¿Y porqué la familia Real de este emirato árabe los recibe y les brinda un trato como amigos?
Todos los contactos previos estaban hechos pero recién cuando uno llega al lugar se da cuenta en forma real con lo que se encuentra y nunca nos imaginamos semejante grado de hospitalidad, imposible de retribuir.
Para nosotros fue toda una increíble e inesperada sorpresa. Por empezar toda la familia Real es fanática del automovilismo y nosotros viajamos apadrinados por un empresario petrolero de Manama, también integrante de esta familia.
Aunque forman parte de la nobleza local y su riqueza y poder sería incalculable de medir, tuvimos de entrada un trato de igual a igual, a la hora de intercambiar ideas. Porque allí donde todos los seres humanos no tenemos diferencias.
Estuvimos de alguna forma “apadrinados” por un empresario millonario de Manama, integrantes también de la nobleza de este Reino.
Uno de los familiares del Rey es el encargado del autódromo (donde este fin de semana se corre una fecha de la F-1).
Con este sobrino del Rey estuvimos en estrecho contacto, es decir desde cenas, pasando por visitas guiadas, hasta conocer el circuito de manejo (único en su tipo) para camionetas Hammer
El heredero al trono, Salman Bin Hamad Al Califa, estuvimos un par de veces, pero con quienes si estrechamos una fuerte amistad fue con sus primos, Salman y Hamad, (sobrinos del Rey).

¿Con que país se encontraron?
Manama es la capital, que está ubicada en una de las 28 islas del estado. Es una ciudad que parece “dinamitada”, porque están construyendo todo tipo de complejos, estructuras, edificios, empresas, hoteles, edificios de oficinas, porque ya están pensando en el futuro, que es transformar a Bahrein en la puerta de negocios para todo Medio Oriente

¿Conocían algo de nuestro país?
Nada. Nosotros llevamos un Martín Fierro, un poncho y una pelota de fútbol, simples regalos, mientras que ellos nos llenaron de obsequios y atenciones. A tal punto no conocían nuestra tierra que nos preguntaron: ¿Hablan italiano? O por ejemplo, ¿Ronaldiño es de Argentina, no?

¿Qué balance haces de un viaje así?
Rescato tres cosas, 1º) Paenza rescató en uno de sus libros la siguiente frase extraordinaria que sacó del parabrisas de un auto en estados Unidos: “los hombres grandes hablan de ideas, los hombres promedio hablan de cosas y los hombres pobres hablan de otros hombres”. Esta frase la cito porque estuve con gente realmente grande y donde sólo hablamos de ideas ; el 2º) se desprende del anterior, la gente “grande” no habla de cosas y la 3º) la enseñanza de vida, ya me encontré con personas que siendo musulmanes no son ni peligrosas, ni fundamentalistas, ni desagradables, ni fanáticos. Son mucho más simples, inofensivos, inteligentes, ingeniosos y divertidos que muchos de nosotros.
Ellos son concientes que son algo así como “la billetera” del mundo y están alertas porque hay muchos occidentales que van a “venderles buzones”.
Nosotros logramos cerrar acuerdos, que muy pronto darán sus frutos, pero que a veces se dificultan, porque al no haber relaciones diplomáticas ni comerciales entre Argentina y Bahrein, todo se hace más complejo.
Tienen el dinero. Construyeron el autódromo más fastuoso del mundo y ven en nosotros una gran potencialidad en materia de automovilismo. Los líderes son los europeos, aunque sumamente costosos. Le siguen los norteamericanos, que tienen demasiado marketing para ellos y en tercer lugar nos miran a nosotros, porque combinamos buena tecnología y muy bueno técnicos. En sentido, más allá de lo deportivo nosotros tenemos tres líneas de trabajo con ellos, que si se dan, serán de trascendencia nacional. Una tiene que ver con tener un equipo argentino compitiendo allá y de las otras dos no puedo revelar mucho aún. Si concretan tendremos una importante presencia nuestra allá y de ellos acá.
Sentimos que fuimos los que abrimos una puerta, porque fuimos muy transparentes y como prueba de ellos, cuando nos despidieron en el aeropuerto nos dijeron, “esto es sólo el comienzo”.

¿Cuánto tiempo estuvieron?
Estuvimos 4 días en total, pero sin dudas marcó para siempre nuestras vidas para siempre.

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