Tomó estado legislativo una iniciativa de la oposición para que dos de los módulos de la ya desaparecida “Chopera” sean reubicados en dos sectores periféricos de la ciudad: En San Ignacio y en calle México.
La edil Ana Chiodi, autora del proyecto, informó que la idea surgió de una serie de recorridos realizados por ella, en compañía del Legislador Provincial, Rodrigo Serna, en los puntos geográficos más postergados de la ciudad.
Teniendo en cuenta que el centro vecinal Carlos Paz Sierras tendría avanzadas las gestiones para que uno de los módulos de esta Mini Planta ubicada al lado del Club de Pesca sea trasladado hacia este barrio, la edil pretende que lo mismo se haga con estos dos sectores, los cuales están atravesando serios problemas de saneamiento.
Tanto en San Ignacio (ubicado entre los barrios Los Algarrobos y El Canal) y el “Zanjón” (calle México al fondo), residen grupos familiares numerosos, con muchos niños, y en la zona no sólo no hay red cloacal sino que los efluentes contaminantes son vertidos a la calle o bien a arroyos, lo que resulta altamente peligroso para la salud.
De acuerdo al proyecto el municipio debería encargarse de los costos de la reubicación de estos módulos y la conexión con los frentistas.
La edil Ana Chiodi, autora del proyecto, informó que la idea surgió de una serie de recorridos realizados por ella, en compañía del Legislador Provincial, Rodrigo Serna, en los puntos geográficos más postergados de la ciudad.
Teniendo en cuenta que el centro vecinal Carlos Paz Sierras tendría avanzadas las gestiones para que uno de los módulos de esta Mini Planta ubicada al lado del Club de Pesca sea trasladado hacia este barrio, la edil pretende que lo mismo se haga con estos dos sectores, los cuales están atravesando serios problemas de saneamiento.
Tanto en San Ignacio (ubicado entre los barrios Los Algarrobos y El Canal) y el “Zanjón” (calle México al fondo), residen grupos familiares numerosos, con muchos niños, y en la zona no sólo no hay red cloacal sino que los efluentes contaminantes son vertidos a la calle o bien a arroyos, lo que resulta altamente peligroso para la salud.
De acuerdo al proyecto el municipio debería encargarse de los costos de la reubicación de estos módulos y la conexión con los frentistas.
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