lunes, 19 de octubre de 2009

DI PIETRO, EL PIANISTA QUE SE METE CON LAS CANCIONES DE CHARLY Y SPINETTA




Nació en Marcos Juárez, pero como tantos eligió Villa Carlos Paz para vivir.
Muy pocos saben, casi nadie, que este joven, de aspecto humilde y muy sencillo, que todos los días concurre al colegio a dar clases, es quien la crítica lo está calificando hoy por hoy como uno de más notables hallazgos musicales de los últimos tiempos.
Su paso por Buenos Aires no sólo le permitió una exquisita formación sino que le abrió sus horizontes musicales, en todo sentido.
Mientras critica los concursos televisivos de talentos dice que la esperanza está en cada lugar, cada localidad del interior, porque seguro allí hay alguien que cultiva y practica la música sin la “contaminación” de lo comercial.
Admirador del “Flaco” Spinetta y de Charly García, editó sendos trabajos musicales, con versiones propias de estos “próceres” del rock nacional. Y éste fin de semana los está presentando en la capital argentina.

¿Para la gente que en la ciudad donde vivís aún no te conoce, cómo nació tu pasión por la música y porqué tu predilección por el piano?
En casa. Si bien mi papá no se dedica a la música como profesión, toca muy bien el acordeón y es una especie de melómano. Desde ahí ya puedo decir que la música en vivo no era extraña en las fiestas y reuniones familiares. Por otro lado, mis hermanos mayores (junto a mi papá, claro) fueron los que le ponían la banda sonora a la familia cuando yo era chico: almuerzos, viajes, charlas, momentos de escuchas de por sí; todo eso, mirado ahora a la distancia, seguramente fue cementando algo que desembocó en esto que soy ahora. La elección del instrumento seguramente se deba al “primer amor adolescente”, que fue Charly García y a que mi papá, junto a otras personas, hizo todo lo posible para que en la ciudad donde yo vivía haya un profesor de teclado. Le hablaron muy bien de alguien de Rosario y se encargó de hacerlo ir durante 4 años, más o menos, de Rosario a Marcos Juárez para que enseñase piano o teclado en un pueblo donde no había muchas opciones musicales. Incluso, los últimos años, cuando el proyecto ya le daba pérdida al profesor, mi papá pagaba pasajes y algunas clases demás para, los que seguíamos, no perdiéramos al profesor.. Todo un gesto.

¿Cómo ha sido tu formación académica y artística?
Luego de esos inocentes primeros años de teclado, llegó el momento de la decesión pos secundario y me fui a vivir a Buenos Aires (en donde estudiaban mis hermanos), con el objetivo de entrar a la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y estudiar música con Cirigliano (uno de los pianistas de Piazzolla, otro de mis amores tempranos). La “dualidad” duró seis meses y luego me decidí a seguir sólo con la música. No sin antes, y durante y después, pasar por todas las dudas habidas y por haber sobre la decisión tomada. Estudié armonía, contrapunto, arreglos, improvisación y piano con Juan Carlos Cirigliano y luego hice la carrera de piano y composición en el conservatorio Manuel de Falla de Buenos Aires.
En cuanto a lo artístico pasé por el derrotero que hacemos casi todos: grupos con amigos de estudio, algunos dúos y tríos de jazz, Big Band, proyectos de música clásica, etc…

¿Desde cuándo vivís en Villa Carlos Paz y porque elegiste esta ciudad?
Vivo en Villa Carlos Paz desde enero del 2007. La elección tuvo que ver, entre otras cosas menores, con el nacimiento de mi hija y pensar una vida para ella. Vengo de Buenos Aires, buscábamos otro lugar para ella crezca. A Villa Carlos Paz venía de vacaciones desde que tengo memoria. Me era un ambiente familiar.

¿Cómo se explica que un músico con una fuerte formación clásica haya realizado un disco con versiones propias sobre canciones de Spinetta?
Por que es la música que escuché desde chico. Esa música, para bien o para mal, “se me hizo piel”. Luego uno incorpora otras escuchas, saberes musicales más amplios y técnicas específicas de cada género que hacen a la profesión; pero esa música que escuchás en la adolescencia no te la sacás más. Es como tu primera novia, es casi imposible que olvides de ella. Entonces, después de errar varios años en proyectos que se ajustaban a lo que “debería” tocar por tener los saberes y títulos que tenía me dí cuenta que eso que estaba haciendo no representaba nada para mí. Luego de una crisis de dos años en que me alejé del instrumento y necesité pensar un poco, busqué en las “fuentes emocionales”, por decirlo de alguna manera, y comencé este proyecto que lleva dos discos editados (“Variaciones sobre Spinetta” del 2007 y “Desarma y sangra – variaciones sobre Charly García” del 2009). Además, me permite congeniar los saberes profesionales con la parte simbólica que representan esas músicas para mí.

¿Tuviste oportunidad de tener contacto con Spinetta? ¿Escuchó tu disco? Cuál fue su impresión?
A Spinetta se lo hice llegar, pero no recibí respuesta. Supongo que le habrá llegado porque Claudio Cardone y el Mono Fontana (sus pianistas de cabecera) me hicieron generosos comentarios del disco. Pero directamente de él, no. Cuando Salió el disco sobre García, él estaba con todo este proceso que está haciendo ahora y no me preocupé por que le llegue. Pero creo que se lo mandaron. Claro que me gustaría que escuchen los discos, pero de todas maneras yo tomo sus canciones como punto de partida para elaborar otra música, no son covers. Para mí, esas melodías, armonías y ritmos son puntos de partida, estímulos que me sirven para mostrar mi identidad como músico.

¿Se puede vivir de la música y tener éxito... y estando tan lejos de Buenos Aires?
Yo vivo de la música (soy profesor en la Escuela Dante Alighieri), pero no de la parte netamente artística. La palabra “éxito” puede tener muchas aristas, sobre todo a partir de la mercantilización de esa palabra. Si al proyecto lo mido desde el punto de vista comercial, es un fracaso absoluto, rotundo, se ve todo “negro”. Si lo mido desde el punto de vista del reconocimiento que tienen los discos en la prensa, el fracaso ya no es tanto, aparecen grises y hasta algunos puntos de luz. Y si lo mido desde la parte netamente artística, o sea, si esas grabaciones hablan de mí, representan lo que quería hacer, me veo con éxito. Pero es un éxito privado, en soledad, compartido solamente con la familia íntima y los amigos.

¿Cuáles son tus próximos pasos? actuaciones? nuevo disco?
El sábado 17 estoy presentando por primera vez los discos en Buenos Aires y luego toco en Marcos Juárez, mi ciudad natal. Hasta ahí está programado, nada más. Me gustaría tocar acá, pero no depende de mí. Ya llevé lo que había que llevar al lugar donde había que llevarlo. En cuanto a grabaciones, todavía está todo inmaduro. El segundo disco recién salió este año y este tipo de cosas no se elaboran de un día para otro. Tengo cosas hechas pero todavía nada definido, ni siquiera la idea general. Ya saldrá. Espero que cuando las ideas vengan, me sorprendan trabajando…

¿Existe un importante "semillero" de niños y jóvenes con apetencias musicales en el país y en la provincia o más hay pequeños grupos cerrados y puntuales que se perfilan en esto?
Seguramente existe, pero hay un problema de fondo y es que ahora todo se mide desde la “industria cultural”. Esa industria hace que todo se mida desde lo mercantil. Entonces si lo que se hace no tiene un rédito (inmediato, además) económico es muy difícil que alguien te abra una puerta. Está comprobado antropológicamente que la música es una de las pocas cosas comunes a casi todas las culturas humanas, entonces cómo no va haber chicos interesados en el hacer musical. Pero también hay mucho “Talento Argentino”, “Cantando por un sueño”, mucho “Operación Triunfo” que terminan confundiendo todo. Esos programas son terribles. Ya desde el nombre. Utilizan a los chicos como mercancías, como cosas. Entonces ese chico no se va acercar a la música como una manera de expresión, de conocimiento; va a querer ser músico para salir en la tele, ser famoso y tener éxito. O sea, la música como medio para ser famoso. Y no ser reconocido como consecuencia de la práctica musical. Todo dado vuelta… Sin embargo cada vez que uno busca, aún en los pequeños pueblos, las expresiones auténticas y honestas, siempre hay algún músico muy bueno, siempre se encuentra ese amor por tocar bien, más allá de la trascendencia, digno de ser difundido y reconocido. Y ahí es donde tendrían que intervenir los Medios y el Estado, para compensar un poco las cosas. No digo negar lo otro, pero podría ser un poco más equilibrado todo.

¿Los Medios cumplen un rol importante en la inserción de esta música en el público? ocurre más en la teoría que en la práctica?
Lo Medios son determinantes. En mi caso, por ejemplo, haber editado el primer disco de la manera en que lo hice fue medio de locos. Grabé en solitario, edité en solitario y luego llevé los sobres a la gente que sabía que escribía en los diarios. A esa gente (críticos de Clarín, Página/12, La Voz del Interior, La Nación) le llegan 10 sobres como el mío por día. O más. Es como haber plantado una plantita en medio de un frondoso bosque, todo lleno de frutos, de árboles grandes. Y de pronto alguien se mete adentro y ve eso que está tapado. Quiero decir que los medios tienen un poder enorme y pueden definir el destino de muchas músicas. Porque si hoy alguien hace algo y no tiene difusión de prensa, no pasa nada. Es así. Hay tanto de todo que la prensa oficia de filtro. Si en Carlos Paz ningún medio se ocupa de mis discos, nadie se va enterar. Y eso le pasa a cualquier músico. ¿Y cómo hago para difundir sin un apoyo de la prensa? Acá no hay campañas de prensa ni de publicidad. Con suerte que se pueden grabar los discos. Los Medios, son eso, medios. En este caso entre un hacer musical y su difusión para que otro se entere de eso. Entonces, la prensa es un poder muy fuerte. Siempre nos quejamos de la música mala que le gusta “a la gente”, o de la poca “Cultura” (con C mayúscula) que tenemos, pero a la hora de la autocrítica nadie se hace cargo del poder que tienen a la hora de elegir qué temas pasar por la radio, qué músicos difundir, qué programas ponemos al aire. Hay mucho pan y circo….

¿Cuál es tu palabra o tu consejo hacia ese niño o joven que sigue tus pasos y quiere crecer en la música?
Que lo haga. Que estudie mucho. Y que sea honesto con lo que decida hacer. Eso, al menos, es lo que le diría a mi hija.

PERFIL
Guillermo Di Pietro nació en Marcos Juárez, Córdoba, en 1977. Entre 1996 y 2006 vivió en Capital Federal. En esa ciudad estudió Piano, Armonía, Contrapunto, Arreglos e Improvisación con el profesor Juan Carlos Cirigliano. Es egresado de la carrera de Composición del Conservatorio Superior de Música "Manuel de Falla" de la ciudad de Buenos Aires. Realizó además, seminarios y cursos sobre composición con medios electroacústicos.
Como pianista integró diferentes formaciones: dúos, tríos y cuartetos de jazz. Se presentó en distintos lugares del interior y en Capital Federal, entre ellos el Centro Cultural Borges (Capital Federal), Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Córdoba), CineClub Municipal "Hugo del Carril (Córdoba).
Desde el mes de enero de 2007 vive en Villa Carlos Paz, Córdoba.
Discos.
En el año 2007, edita "Variaciones sobre Spinetta", un álbum integrado por composiciones de Luis Alberto Spinetta e interpretadas en solo piano.
En el año 2009, edita "Desarma y sangra (Variaciones sobre Charly García)", un nuevo capítulo de su lectura en solo piano sobre el repertorio de compositores argentinos contemporáneos.
Miradas pianísticas que no fusionan sino que establecen diálogos y cruces con diversos marcos sonoros (Chopin, Keith Jarrett, Bill Evans, Stravinsky, Béla Bartók, Erik Satie, Claude Debussy, Arnold Schoenberg, para contextualizar con algunos nombres propios) sobre repertorios que, concebidos desde la música pop, invitan a ser interpelados desde distintas tradiciones.
En las presentaciones en vivo Di Pietro es acompañado por el guitarrista Andrés Sosa. Al igual que en los discos el concierto establece diálogos y cruces con diferentes tradiciones musicales. Debido a ello aparecen gestos provenientes de distintos géneros. El jazz, como elemento de improvisación y de complejidad armónica, permanece como un fondo recurrente que hace de sustento a las figuras que constituyen el encuentro del rock, del tango y de la música contemporánea europea.

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