El mayo último, más exactamente el día 10, el Club Bolívar cumplió sus 62 años de vida y entre los festejos sociales y deportivos, al igual que en el aquel tímido comienzo, los sueños de seguir creciendo, se mantienen intactos.
Es que aquel visionario, que fue Venancio Torres, el primer presidente hasta Luis Maldonado, el actual titular de la comisión directiva, no parece haber pasado el tiempo, porque los sueños y los proyectos siguen manteniendo más unida que nunca a esta gran familia, deportiva y también extra deportiva, del barrio Villa Domínguez.
Con un concurrido “Torneo de la Amistad” de pelota paleta, celebrado los días 10 y 11 de mayo pasado, la institución festejó a lo grande su cumpleaños con la visita delegaciones deportivas de ciudades de las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, concentrando a más de un centenar de jugadores de diversas categorías.
El decreto oficial Nº 232 declaró esta competencia de interés municipal, demostrando la importancia que merece esta institución para la comunidad local y su gobierno.
El Bolívar nació de un grupo de inquietos jóvenes, que buscaban crear un club de amigos para jugar a la pelota, con la meta de participar de torneos locales y regionales.Torres hizo realidad ese anhelo, se convirtió en el primer presidente del flamante club y se empezaron a sentar las bases en calle Ituzaingó 475, en un sector aún muy despoblado de la ciudad, que posteriormente se denominó Villa Domínguez.
Por entonces, los flamantes once jugadores se las tenían que ver con sus pares de Independiente, Chacarita, Mejoral, Racing y Barracas.
Los valientes y pioneros primeros jugadores de este club tuvieron que pagar de sus propios bolsillos las camisetas blancas con una gruesa franja horizontal azul.
Con el correr de los años la entidad creció, tanto en lo social como en lo deportivo, hasta transformarse los partidos en los que disputaba, en una de las atracciones dominicales de la villa.
Con el correr del tiempo, emblemáticos jugadores de la talla de Daniel Bordoloni (quien también presidió el club) o el “Coco” Escobar, dieron paso a otras disciplinas como el básquetbol y la pelota a pelota, las que actualmente mantienen a la institución en ligas regionales, provinciales y nacionales de ambas especialidades.
Actualmente unos 115 jugadores entrenan y compiten en las divisionales Preinfantiles, Infantiles, Cadetes, Juveniles y Primera, en básquetbol.
Junto al club de Pesca, las categorías superiores representan a la ciudad en los torneos provinciales de la Asociación Cordobesa de Básquetbol.
Tanto las subcomisiones de de Pelota a Paleta, la de básquet, como la confitería o “cantina” del club (que desde hace 20 años atiende el “querido” Raúl Galeassi), mantienen “viva” la entidad, si bien tuvo algunos años de inactividad, en décadas pasadas, hoy resurge con más fuerzas que nunca.
La nueva comisión que encabeza el pelotari, Luis Maldonado, oriundo de San Antonio de Arredondo, ya concretó la conexión del club al gas natural y ya anunció los ambiciones planes para los próximos meses.
Ya están los planos para la ampliación de las instalaciones de la institución, que incluirían el nuevo piso flotante para la cancha de básquet (similar a la que habilitó Pesca), la construcción de tribunas para el mismo recinto, trasladar el buffet o cantina hacia el frente de la sede (donde actualmente hay jardines), y en los espacios que queden libres construir varios nuevos salones, oficinas para las subcomisiones y nuevos vestuarios. Al menos en una primera etapa, el costo para estas obras alcanzaría los 80 mil pesos.
La comisión espera comenzar con los trabajos ni bien se destraben las gestiones para obtener subsidios locales, provinciales y nacionales.
Actualmente la institución tiene un ingreso promedio de 6.000 pesos mensuales, provenientes de lo recaudado por publicidad (principalmente de la cartelería instalada en las canchas), las cuotas de los cerca de 150 socios activos y lo recaudado de las “cuotas deportivas” (que abonan los propios jugadores para apoyar al club).
La comisión espera seguir contando con el apoyo de los socios, con nuevos adherentes y sobretodo con el vecindario de Villa Domínguez, barrio donde está enclavada la entidad y que se ha transformado en su ícono.
En los últimos tiempos se ha incorporado las disciplinas de Gimnasia Artística y una flamante Escuela de Fútbol. Esta última, podría lograr dar el puntapié para un resurgimiento de esta popular disciplina y que hizo famosa a la institución en sus primeros años y que tiene todo listo para volver a serlo.
Es que aquel visionario, que fue Venancio Torres, el primer presidente hasta Luis Maldonado, el actual titular de la comisión directiva, no parece haber pasado el tiempo, porque los sueños y los proyectos siguen manteniendo más unida que nunca a esta gran familia, deportiva y también extra deportiva, del barrio Villa Domínguez.
Con un concurrido “Torneo de la Amistad” de pelota paleta, celebrado los días 10 y 11 de mayo pasado, la institución festejó a lo grande su cumpleaños con la visita delegaciones deportivas de ciudades de las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, concentrando a más de un centenar de jugadores de diversas categorías.
El decreto oficial Nº 232 declaró esta competencia de interés municipal, demostrando la importancia que merece esta institución para la comunidad local y su gobierno.
El Bolívar nació de un grupo de inquietos jóvenes, que buscaban crear un club de amigos para jugar a la pelota, con la meta de participar de torneos locales y regionales.Torres hizo realidad ese anhelo, se convirtió en el primer presidente del flamante club y se empezaron a sentar las bases en calle Ituzaingó 475, en un sector aún muy despoblado de la ciudad, que posteriormente se denominó Villa Domínguez.
Por entonces, los flamantes once jugadores se las tenían que ver con sus pares de Independiente, Chacarita, Mejoral, Racing y Barracas.
Los valientes y pioneros primeros jugadores de este club tuvieron que pagar de sus propios bolsillos las camisetas blancas con una gruesa franja horizontal azul.
Con el correr de los años la entidad creció, tanto en lo social como en lo deportivo, hasta transformarse los partidos en los que disputaba, en una de las atracciones dominicales de la villa.
Con el correr del tiempo, emblemáticos jugadores de la talla de Daniel Bordoloni (quien también presidió el club) o el “Coco” Escobar, dieron paso a otras disciplinas como el básquetbol y la pelota a pelota, las que actualmente mantienen a la institución en ligas regionales, provinciales y nacionales de ambas especialidades.
Actualmente unos 115 jugadores entrenan y compiten en las divisionales Preinfantiles, Infantiles, Cadetes, Juveniles y Primera, en básquetbol.
Junto al club de Pesca, las categorías superiores representan a la ciudad en los torneos provinciales de la Asociación Cordobesa de Básquetbol.
Tanto las subcomisiones de de Pelota a Paleta, la de básquet, como la confitería o “cantina” del club (que desde hace 20 años atiende el “querido” Raúl Galeassi), mantienen “viva” la entidad, si bien tuvo algunos años de inactividad, en décadas pasadas, hoy resurge con más fuerzas que nunca.
La nueva comisión que encabeza el pelotari, Luis Maldonado, oriundo de San Antonio de Arredondo, ya concretó la conexión del club al gas natural y ya anunció los ambiciones planes para los próximos meses.
Ya están los planos para la ampliación de las instalaciones de la institución, que incluirían el nuevo piso flotante para la cancha de básquet (similar a la que habilitó Pesca), la construcción de tribunas para el mismo recinto, trasladar el buffet o cantina hacia el frente de la sede (donde actualmente hay jardines), y en los espacios que queden libres construir varios nuevos salones, oficinas para las subcomisiones y nuevos vestuarios. Al menos en una primera etapa, el costo para estas obras alcanzaría los 80 mil pesos.
La comisión espera comenzar con los trabajos ni bien se destraben las gestiones para obtener subsidios locales, provinciales y nacionales.
Actualmente la institución tiene un ingreso promedio de 6.000 pesos mensuales, provenientes de lo recaudado por publicidad (principalmente de la cartelería instalada en las canchas), las cuotas de los cerca de 150 socios activos y lo recaudado de las “cuotas deportivas” (que abonan los propios jugadores para apoyar al club).
La comisión espera seguir contando con el apoyo de los socios, con nuevos adherentes y sobretodo con el vecindario de Villa Domínguez, barrio donde está enclavada la entidad y que se ha transformado en su ícono.
En los últimos tiempos se ha incorporado las disciplinas de Gimnasia Artística y una flamante Escuela de Fútbol. Esta última, podría lograr dar el puntapié para un resurgimiento de esta popular disciplina y que hizo famosa a la institución en sus primeros años y que tiene todo listo para volver a serlo.
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