Al igual que otros centros vecinales de la ciudad, el populoso barrio de Carlos Paz Sierras quiere hacer realidad el sueño de erigir una nueva sede vecinal, en reemplazo del pequeño local que actualmente posee.
Reflejando la dispar realidad vecinal que vive la ciudad, con algunos barrios sin ningún tipo de representatividad, otros con apenas algo de actividad y unos pocos con un importante despliegue, los centros vecinales concentran casi siempre su desarrollo en torno a la sede social que tengan. Es por ello que las comisiones directivas que carecen de ella, muchos piensan que tienen el “decreto de muerte” anunciado.
Intentando escapar de esta amenaza, las actuales conducciones barriales realizan denodados esfuerzos para, construir su sede las que aún no lo tienen, o como en el caso de Carlos Paz Sierras, mudarse o trasladarse a un nuevo edificio, que brinde mayores comodidades y de ese forma –al menos esa es la aspiración- despierte el interés en cuanto a la tan mentada participación.
“Ver para creer”, parecen decir con desconfianza muchos habitantes. Es que el vecino hoy por hoy, sólo confía en sus representantes barriales, cuando ven que gestionan con éxito y satisfacen las necesidades del barrio.
Y la sede, es la sede. Y un centro vecinal sin edificio, salón o local a disposición de los propios habitantes de ese sector, repercute, se multiplica y se traduce en apatía e indiferencia.
No es el caso de Carlos Paz Sierras, que en los últimos años tuvo su sede vecinal, aunque en forma “oscilante”.
Sólo para repasar someramente lo ocurrido en los últimos años, durante la gestión del ex presidente Oscar Mendoza, el centro vecinal avanzó en la construcción del edificio ubicado al lado del polideportivo barrial, en calle Sucre y que posteriormente fuera habilitado durante la gestión del ex intendente Gustavo Dellamaggiore.
Con la asunción de Carlos Felpeto, el edificio fue refuncionalizado y reinagurado, ocupando casi la totalidad de las instalaciones para el “Hogar de día Villa Alegre” (aunque también funciona como dispensario sanitario y comedor comunitario).
La actividad vecinal propiamente dicha no se enmudeció y con nueva comisión directiva y apoyo municipal se construyó un pequeño local en calle Pueyrredón, casi Haydn.
Actualmente la comisión que encabeza Jorge Torres se reúne en el lugar, todos los sábados, de 15 a 17 horas, oportunidad en que deliberan sobre las gestiones encaradas, los logros obtenidos, los próximos pasos y atienden los reclamos de los vecinos.
Pero el lugar donde se encuentra y el tamaño –muy pequeño- del local llevó a la actual gestión a convencerse de la necesidad de contar con una nueva sede, no sólo de mayores dimensiones, sino que además cuente con el tan anhelado Salón de Usos Múltiples (SUM).
Y hacia esa meta pusieron manos a la obra, tanto Torres como sus compañeros de comisión directiva y ya se están viendo los primeros resultados.
Ya se cuenta con autorización oficial para uso vecinal –en comodato por 10 años- de un amplio terreno de 2196 m2.
Se trata de tres lotes en calle Lavoissier 147, donde se comenzará a construir cuanto antes la flamante sede del Centro Vecinal Carlos Paz Sierras.
El propio Colegio de Arquitectos ha sido el encargado de confeccionar los planos del edificio, donde se destaca el gran salón que tendrá una dimensión de 20x9 metros, sobre una superficie construida de 260 m2.
El SUM tendrá dos accesos, uno principal y otro lateral (con dos ventanas) y contará en el fondo con un escenario para todo tipo de espectáculos.
Desde el salón se podrá acceder a las dependencias (ubicadas en uno de los laterales), entre las que se destacan una amplia cocina, sala de reuniones y dos sanitarios (para damas y caballeros).
La comisión directiva ya compró, a través de fondos obtenidos mediante la organización de eventos benéficos, la recaudación del estacionamiento del balneario y los últimos subsidios municipales, de una importante cantidad de materiales, como cemento, ladrillos tipo block y hierro.
Torres agradeció por parte de un vecino la donación de arena para la concreción de los futuros cimientos y posteriormente las paredes, a la vez que se mostró confiado que, entre todos, conseguirán la mano de obra necesaria para comenzar la edificación.
“Se trata de hacer realidad un gran sueño: Contar con nuestro propio salón, para que los vecinos del barrio festejen sus cumpleaños, casamientos, aniversarios y todo tipo de actividades sociales”, expresó el presidente Jorge Torres, a la vez que aseguró que en el lugar habrá actividad “todo el día”, con talleres culturales, de música, danza, yoga y posiblemente una guardería.
Confirmó que ya hay contactos con la Cooperativa Integral (Coopi), la cual comprometió su ayuda y paralelamente con la Cooperativa de Trabajo El Panal.
Si bien la “casa propia” es el principal objetivo de este centro vecinal, Torres confirmó que se está gestionando la limpieza del balneario, con la intención que vuelva a ser lo que otrora era, un balneario familiar de playas arenosas y al que acudían gran cantidad de vecinos y turistas.
Se mostró esperanzado en el avance del cordón cuneta y asfalto para las calles que aún son de tierra y se deterioran sobremanera en época estival.
También aseguró que lucharán para que el barrio cuente con todos los refugios de transporte que necesitan. Actualmente hay seis y el centro vecinal tiene relevados que hacen falta 26. “De esta forma podríamos conseguir mayores frecuencias de colectivos del Transporte de la Villa para nuestra zona y que los vecinos no tengan dificultades, tanto para trasladarse como para esperar los ómnibus”, indicó Torres.
Por último, el dirigente vecinal dijo que luchará denodadamente para quebrar con la indiferencia y lo que también denominó la “falta de pertenencia” de muchos vecinos. Y para ello, con una nueva sede, seguramente, podría lograrse.
Reflejando la dispar realidad vecinal que vive la ciudad, con algunos barrios sin ningún tipo de representatividad, otros con apenas algo de actividad y unos pocos con un importante despliegue, los centros vecinales concentran casi siempre su desarrollo en torno a la sede social que tengan. Es por ello que las comisiones directivas que carecen de ella, muchos piensan que tienen el “decreto de muerte” anunciado.
Intentando escapar de esta amenaza, las actuales conducciones barriales realizan denodados esfuerzos para, construir su sede las que aún no lo tienen, o como en el caso de Carlos Paz Sierras, mudarse o trasladarse a un nuevo edificio, que brinde mayores comodidades y de ese forma –al menos esa es la aspiración- despierte el interés en cuanto a la tan mentada participación.
“Ver para creer”, parecen decir con desconfianza muchos habitantes. Es que el vecino hoy por hoy, sólo confía en sus representantes barriales, cuando ven que gestionan con éxito y satisfacen las necesidades del barrio.
Y la sede, es la sede. Y un centro vecinal sin edificio, salón o local a disposición de los propios habitantes de ese sector, repercute, se multiplica y se traduce en apatía e indiferencia.
No es el caso de Carlos Paz Sierras, que en los últimos años tuvo su sede vecinal, aunque en forma “oscilante”.
Sólo para repasar someramente lo ocurrido en los últimos años, durante la gestión del ex presidente Oscar Mendoza, el centro vecinal avanzó en la construcción del edificio ubicado al lado del polideportivo barrial, en calle Sucre y que posteriormente fuera habilitado durante la gestión del ex intendente Gustavo Dellamaggiore.
Con la asunción de Carlos Felpeto, el edificio fue refuncionalizado y reinagurado, ocupando casi la totalidad de las instalaciones para el “Hogar de día Villa Alegre” (aunque también funciona como dispensario sanitario y comedor comunitario).
La actividad vecinal propiamente dicha no se enmudeció y con nueva comisión directiva y apoyo municipal se construyó un pequeño local en calle Pueyrredón, casi Haydn.
Actualmente la comisión que encabeza Jorge Torres se reúne en el lugar, todos los sábados, de 15 a 17 horas, oportunidad en que deliberan sobre las gestiones encaradas, los logros obtenidos, los próximos pasos y atienden los reclamos de los vecinos.
Pero el lugar donde se encuentra y el tamaño –muy pequeño- del local llevó a la actual gestión a convencerse de la necesidad de contar con una nueva sede, no sólo de mayores dimensiones, sino que además cuente con el tan anhelado Salón de Usos Múltiples (SUM).
Y hacia esa meta pusieron manos a la obra, tanto Torres como sus compañeros de comisión directiva y ya se están viendo los primeros resultados.
Ya se cuenta con autorización oficial para uso vecinal –en comodato por 10 años- de un amplio terreno de 2196 m2.
Se trata de tres lotes en calle Lavoissier 147, donde se comenzará a construir cuanto antes la flamante sede del Centro Vecinal Carlos Paz Sierras.
El propio Colegio de Arquitectos ha sido el encargado de confeccionar los planos del edificio, donde se destaca el gran salón que tendrá una dimensión de 20x9 metros, sobre una superficie construida de 260 m2.
El SUM tendrá dos accesos, uno principal y otro lateral (con dos ventanas) y contará en el fondo con un escenario para todo tipo de espectáculos.
Desde el salón se podrá acceder a las dependencias (ubicadas en uno de los laterales), entre las que se destacan una amplia cocina, sala de reuniones y dos sanitarios (para damas y caballeros).
La comisión directiva ya compró, a través de fondos obtenidos mediante la organización de eventos benéficos, la recaudación del estacionamiento del balneario y los últimos subsidios municipales, de una importante cantidad de materiales, como cemento, ladrillos tipo block y hierro.
Torres agradeció por parte de un vecino la donación de arena para la concreción de los futuros cimientos y posteriormente las paredes, a la vez que se mostró confiado que, entre todos, conseguirán la mano de obra necesaria para comenzar la edificación.
“Se trata de hacer realidad un gran sueño: Contar con nuestro propio salón, para que los vecinos del barrio festejen sus cumpleaños, casamientos, aniversarios y todo tipo de actividades sociales”, expresó el presidente Jorge Torres, a la vez que aseguró que en el lugar habrá actividad “todo el día”, con talleres culturales, de música, danza, yoga y posiblemente una guardería.
Confirmó que ya hay contactos con la Cooperativa Integral (Coopi), la cual comprometió su ayuda y paralelamente con la Cooperativa de Trabajo El Panal.
Si bien la “casa propia” es el principal objetivo de este centro vecinal, Torres confirmó que se está gestionando la limpieza del balneario, con la intención que vuelva a ser lo que otrora era, un balneario familiar de playas arenosas y al que acudían gran cantidad de vecinos y turistas.
Se mostró esperanzado en el avance del cordón cuneta y asfalto para las calles que aún son de tierra y se deterioran sobremanera en época estival.
También aseguró que lucharán para que el barrio cuente con todos los refugios de transporte que necesitan. Actualmente hay seis y el centro vecinal tiene relevados que hacen falta 26. “De esta forma podríamos conseguir mayores frecuencias de colectivos del Transporte de la Villa para nuestra zona y que los vecinos no tengan dificultades, tanto para trasladarse como para esperar los ómnibus”, indicó Torres.
Por último, el dirigente vecinal dijo que luchará denodadamente para quebrar con la indiferencia y lo que también denominó la “falta de pertenencia” de muchos vecinos. Y para ello, con una nueva sede, seguramente, podría lograrse.
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