domingo, 30 de marzo de 2008

Veredas, el nuevo problema de Cárcano


Como la mayoría de las obras que se realizan en Villa Carlos Paz, la ampliación de Avenida Cárcano, entre Verlaine hasta el límite sur, con San Antonio de Arredondo, fue signada por la polémica. Estuvieron los que la defendieron por un lado, pero los que más se hicieron oir son los que la criticaron. Todo el acceso sur a la Villa ya es obra concluida. Ahora la discusión es por las veredas.
Mientras el municipio, comprometió a la Provincia para agilizar los trabajos con el “Plan B” sobre esta necesaria obra (el proyecto original, más ambicioso, fue desechado tras la caída de De la Rua), se dejó de lado la cuestión de la veredas, con el objetivo de priorizar, primero, la ampliación de la traza.
El jueves pasado fue aprobado por unanimidad del Consejo de Representantes de la ciudad el proyecto de resolución 085/08, por el cual se le solicita al Departamento Ejecutivo local que en el plazo de 48 horas, “implemente un Sistema de Seguridad Peatonal y Vehicular con los medios necesarios y en la forma conducente para solucionar la problemática suscitada en el tramo de ensanche”.
Los ediles respondieron así al pedido de los vecinos que denunciaron que caminar por pleno asfalto, ante la ausencia de veredas, ponía en riesgo sus vidas. Con el comienzo de esta nueva semana el municipio debería responder a este pedido legislativo, pero como si eso fuera poco, el jueves venidero y debutando así el flamante artículo 131, inciso 3 de la Carta Orgánica, el secretario de Obras y Servicios Públicos, Juan Carlos Carda, será interpelado por los ediles, para responder, entre otros temas por la problemática de las veredas de la “Nueva Cárcano”.
Desde el área oficial se anticipó que mientras se acelera la regulación de las nuevas aceras, se implementarán medios alternativos, como “rampas” (…), a los efectos de garantizar el paso peatonal de los transeúntes.
El despeje de la traza, también por las respectivas sendas peatonales, en esta zona, se tradujo en masivas notificaciones oficiales hacia los frentistas, las cuales fueron enviadas por correo en la semana que terminó.
Según trascendió, no todas las misivas son del mismo tenor, aunque en algunos de los casos, donde el límite de la vivienda o cerca del jardín no deje espacio para la vereda, los contribuyentes deberán acordar lo antes posible la “liberación” de esas trazas, para así dar paso a las necesarias aceras del flamante acceso.
Oficialmente se informó que el 90 % de los vecinos no tienen vereda y sólo el 10 % restante si.
La disposición parece clara, pero si uno recorre la arteria, se encuentra con casos preocupantes, donde el frente de la vivienda, roza el cordón cuneta del nuevo ensanche. Estos casos alcanzan la docena y se emplazan tanto en Las Rosas (Centro), como los barrios El Canal, Villa del Río y Villa Independencia.
Como si eso fuera poco, en algunos de los casos aludidos, la propiedad, además de “compartir” el límite o bien estar a “milímetros”, registran elevaciones del nivel de suelo de hasta un metro.
Esto ha generado en los frentistas antes mencionados, sobre todo de los locales comerciales, en una paralización de sus ventas, por lo que lejos de verse beneficiados por la obra, analizan cambio de rumbo en sus rubros comerciales en los que se venían desempeñando o bien directamente emigrar a otro sector de la ciudad.
Ante este panorama, este lunes 31 de marzo a las 17 horas los vecinos, preocupados por la problemática de las veredas y por el peligro que les genera a los habitantes de todos los barrios del sur el tener que caminar por plena carpeta asfáltica para poder trasladarse a sus hogares, comercios o bien a los establecimientos educacionales, deliberarán en Cárcano y Las Verbenas, según anticiparon “para expresar nuestra disconformidad con la obra ampliación, por estar inconclusa y representar un gran peligro para los que transitamos por la cuneta debido a la ausencia de veredas”, tras lo cual sentenciaron en la invitación: “No queremos más muertes”.
Esta será la tercera “juntada”, con corte parcial de ruta, de los denominados “Vecinos autoconvocados”, en muchas de las cuales fueron vistos incluso varios representantes legislativos del Consejo de Representantes, de los bloques de Encuentro y Participación y del Frente Cívico y Social.

Una madre, juntos a sus dos chicos, minutos después de las 5 de la tarde, salieron de la Escuela primaria Álvarez Condarco (uno de los dos establecimientos educativos públicos de la zona, el otro es la escuela Bernabé Fernández) y se dirigieron desde calle Igualdad hacia Cárcano, atravesando Honduras (continuación de Perón). Casi a la altura de Cárcano y Filipinas debería estar el parador donde esperar el ómnibus, pero la mujer, en plena carpeta asfáltica, se dispuso a aguardar la llegada del transporte colectivo, que la llevaría finalmente hacia barrio las Malvinas, donde vive junto a su familia.
El problema de esta madre, es similar al de mucha gente, que además de padecer la falta de veredas y por lo tanto “usar” el asfalto como paso peatonal, carece de las “garitas” o paradores, que fueron retirados por la misma ampliación, tanto en los barrios Las Rosas (C), barrio El Canal, como Villa Independencia.
Mientras el proyecto original incluía dos rotondas (una a la altura del Centro de Inquilinos y la otra en inmediaciones de la Plaza de Sol y Río), el actual ensanche logró mejorar el intenso flujo vehicular desde y hacia los barrios y comunas del sur y la ruta hacia Traslasierra y Cuyo. Eso es innegable y lo disfrutan automovilistas locales y foráneos.
La cuota pendiente será entonces, sin dudas, mejorar la comunicación peatonal entre el centro y estos barrios sureños, cada vez más poblados, con bellísimos (y concurridos) balnearios en verano y donde caminar por plena Cárcano, ahora modernamente ensanchada, es también un riesgo latente, porque el lugar es una vía rápida, de idéntico perfil que la Av. San Martín, aunque sin veredas.
Nuevas obras, que traen soluciones pero a su vez generan nuevos inconvenientes y una nueva polémica servida, entre vecinos y la administración municipal.

domingo, 23 de marzo de 2008

Plaza Belgrano: Gente si, mascotas no


Villa Carlos Paz, considerada “ciudad jardín”, paradójicamente, tiene pocas plazas: Una en barrio Sol y Lago, otra en Costa Azul (Sur), en Playas de Oro (Pucará), Altos de San Pedro, Sol y Río y las tradicionales plazas Alberdi y Belgrano.
En ésta última y ubicada en el “corazón” del barrio del mismo nombre, Manuel Belgrano, ocurrió en los últimos días un hecho que desató la polémica entre los frentistas y vecinos del lugar: La estricta prohibición del ingreso de animales al paseo.
Lo que podría haber sido una medida “doméstica”, sin mayores consecuencias, desencadenó una verdadera división de entre los que están a favor y en entre lo que no de esta iniciativa llevada a cabo por el “Placero” del espacio público.
Fue precisamente el conocido (y querido) trabajador municipal, Carlos “Pocho” Martínez, desde diciembre el responsable de velar por la limpieza y el cuidado del lugar, quien con sus propias manos instaló los letreros, uno por cada cuadra de la plaza, donde se alertaba a la población: “Prohibido el ingreso a la plaza con animales”.
Y las voces a favor y en contra no se hicieron esperar entre los habitantes del barrio, mientras el resto de la ciudad siguió con atención, casi como espectadores de un grotesco, la polémica, servida como en bandeja.
“Nos parece bien que se cuide la plaza también en este aspecto, porque desde que hay Placero todo está lindísimo aquí, excepto los desubicados de siempre, que traen sus perros para que hagan sus necesidades y poco les importa el respeto por los demás y limpieza e higiene”, expresó una vecina que reside en calle Jorge Newbery, justo enfrente de uno de los llamativos letreros.
En cambio otro de los vecinos manifestó: “La plaza está muy linda y muy cuidada, es cierto, pero eso no le da el derecho al Placero a tomarse semejante atribución. Somos muchos los que siempre venimos a pasear nuestros perritos, algunos porque no tienen patio y otros, como yo, para que nuestras mascotas se distraigan: A quien se le puede ocurrir que moleste que hagan sus necesidades?”
Consultado el placero sobre las causas de esta drástica medida fue claro y contundente: “La orden vino del área de Inspectoría General, fechada el 4 de marzo pasado y firmada por Marcelo Rickard, por entonces titular la repartición, para que se aplicara la restricción”, recordó “Pocho” Martínez.
La única excepción a la regla, siguió explicando, sería para quienes acudieran con “bozal” y la correspondiente “palita”, a los efectos de levantar en caso de ser necesario, los restos que los animales pudieran dejar.
Allí podría haber finalizado la historia. Pero no fue así. Quienes se oponían a que sus mascotas pudieran seguir disfrutando libremente del lugar, sin ninguna restricción acudieron a los organismos públicos, el municipio y el Concejo de Representantes y fue desde la Dirección de Parques y Paseos, a cargo de Daniel Vercesi, que se exigió el inmediato retiro de los carteles.
Hoy, la plaza Belgrano exhibe aún los letreros, aunque el Placero, por temor a sufrir alguna represalia oficial, acató la última contraorden y pintó de amarillo la leyenda donde se ponía freno al ingreso de lo animales, para que de esta forma se vuelva a la libre circulación de personas y mascotas.
La realidad muestra que las opiniones siguen divididas, la polémica quedó instalada y la gran mayoría ya ni sabe si puede o no concurrir al lugar con sus animalitos.
Tradicionalmente este paseo, enclavado a 400 metros de la calle principal de la ciudad y dotado de una vegetación privilegiada, contiene a todo tipo de “público”. Habitantes autóctonos que siempre acuden a tomar mate o llevan sus hijos a los “jueguitos”, también los turistas, que sorprendidos por la belleza del sector disfrutan de este “oasis” ubicado a pasitos del centro. Están también los niños, que juegan al fútbol en una improvisada cancha o bien los practican skate, aprovechando el cemento y las escaleras de otro de los sectores de la plaza. También quienes acuden a las distintas actividades que se realizan en el salón del centro vecinal, desde gasistas, hasta quienes practican gimnasia o yoga. Los fieles que rezan por la imagen de la Virgen, allí erigida. Y finalmente los que “se mueven” en la noche y ven en este lugar un espacio ideal papa distraerse, tomar alguna cerveza entre amigos o aquella pareja, que favorecidos por la oscuridad se “entregan” a los designios de Cupido.
Mientras tanto el busto del prócer “descansa” (bien seguro) en las oficinas del área de Parques y Paseos y la plaza exhibe incompleto el monolito, sin la figura del creador de la bandera, como una consecuencia de los robos y “piedrazos” que sufría constantemente; el Placero, sólo se preocupa ahora por el cuidado de los árboles, las plantas, los rosedales y el césped, de seis de la mañana, hasta las 13 horas.
Muchos se preguntan ahora si lo que ha vivido la Plaza Belgrano, en los últimos años, no es el claro reflejo, en proporción más pequeña claro, de lo que vive la gran ciudad que la contiene: Una Villa Carlos Paz con bellezas, con turismo, crecimiento, pero también con inseguridad, polémicas y contradicciones. De las grandes y de las pequeñas.

domingo, 2 de marzo de 2008

Los nombres de las calles de Carlos Paz, en un libro


Son alrededor de 700 calles, avenidas y diagonales que tiene la ciudad. Y alguien se tomó el trabajo no sólo de recopilar sus nombres, sino porqué se llaman, como se llaman.
El inquieto investigador no es otro que el cordobés Juan Antonio Borgarello o simplemente “Tito” como lo apodaron sus amigos.
Su apellido no es desconocido para la historia de Villa Carlos Paz y la región, ya que es sobrino del ya desaparecido Miguel Pablo Borgarello, el escultor que realizó el monumento al indio Bamba, el siglo pasado.
El autor, que desde hace un tiempo vive en el barrio Manuel Belgrano de nuestra ciudad, anticipó que para fines de marzo o principios de abril espera tener el libro en circulación, para lo cual ya está ultimando las correcciones del original.
Juan Borgarello ya tiene en su haber varias obras, entre ellas, varias relacionadas con los nombres de las calles de los emblemáticos barrios San Vicente y Villa El Libertador de la ciudad de Córdoba.
Villa Carlos Paz tendrá entonces, muy pronto, un inédito aporte a su joven historia, ésta vez relacionado con los nombres de todas y cada una de sus calles.